Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, interrumpió la sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, desarrollada hace una semana atrás, para pedir un receso.
Mientras Homero Acosta, actual secretario del Consejo de Estado, hablaba sobre la incorporación de la redistribución de la riqueza en el último borrador de la Constitución, el Primer Secretario del Partido Comunista se levantó de su asiento para reclamar una pausa, debido a la larga duración de la intervención de Homero.
“¿Va a haber receso por el camino, o no? Decídalo Ud. Llevas ya dos horas casi hablando”, dijo el exdirigente, enfrente de todos los delegados. Además, pidió disculpas al presidente de la Asamblea, Esteban Lazo, por la interrupción. Según Raúl, esto lo hizo “para ahorrar tiempo”.
Luego del “paréntesis” efectuado por el expresidente de Cuba, Homero no pudo continuar hablando y dio por concluida esa parte de la sesión.
La queja de Raúl por las dos horas de la intervención de Homero hacen que pensemos en los discursos de Fidel Castro, internacionalmente reconocidos por su larga duración. El más largo, en febrero de 1998, duró más de siete horas.
No obstante a la interrupción, el borrador final de la Constitución fue aprobado, supuestamente, con el voto unánime de todos los miembros de la Asamblea presentes en la sesión. “Es un texto normativo nuevo, una Constitución nueva, lo que tiene que ser refrendada por el soberano, por el pueblo”, explicó Homero.
El borrador será sometido el próximo 24 de febrero a un referendo popular, donde podrá ser aprobado o rechazado por el pueblo.
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