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El presidente Pedro Sánchez, llegará a Cuba este jueves y no tiene previsto en el orden del día ninguna cita con Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba y ex gobernante del país.
Esta primera visita oficial a la Isla de un mandatario español en 32 años ha levantado ampollas en España, donde Pablo Casado, líder del principal partido de la oposición (PP) le afea que quiera desenterrar al dictador Francisco Franco y sacarlo del Valle de los Caídos mientras legitima el castrismo.
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Por su parte, Albert Rivera, presidente del partido Ciudadanos (centro-derecha), le preguntó en el Congreso de los Diputados si iba a Cuba sólo "como vendedor" o a defender los derechos humanos. Pedro Sánchez le contestó que haría las dos cosas, aunque fuentes del Gobierno socialista han filtrado a El País que no habrá reunión con la disidencia cubana porque ninguno de los jefes de Estado (de Francia, Italia, Portugal, Irlanda o Austria) o políticos europeos (la jefa de la diplomacia, Federica Mogherini) o el Papa Francisco lo han hecho. Sólo dio ese paso Barack Obama, durante su visita a la Isla en 2016, pero desde Moncloa aclaran que "Pedro Sánchez no es Obama ni España es Estados Unidos".
La visita de Pedro Sánchez a Cuba ha sido pactada milímetro a milímetro con Cuba. En el orden del día entra la inauguración de un foro empresarial en el hotel Grand Packard, de la hotelera española Iberostar, que el pasado 13 de noviembre fue incluida por Estados Unidos en la lista negra de Donald Trump, ya que es una empresa mixta junto con Gaviota, una compañía del ejército cubano.
El presidente español también tiene previsto dar un paseo por La Habana Vieja, rehabilitada con apoyo de España. Además se reunirá con cuentapropistas, intelectuales, artistas y blogueros que no se identifican ni con el Gobierno ni con la oposición. Entre ellos, el actor Jorge Perugorría, el escritor Leonardo Padura, el cantautor Carlos Varela, el dueño de la paladar La Guarida o las diseñadoras de Clandestina.
Desde Madrid aseguran que la lista de invitados la ha hecho la embajada española en La Habana, sin consultarlo a Moncloa.
El Gobierno español insiste en que la visita de Sánchez a La Habana busca "normalizar, estabilizar y profundizar" las relaciones con Cuba. Para ellos, Pedro Sánchez viajará a La Habana junto a 200 empresarios españoles. Veinticuatro de ellos volarán en el avión presidencial. Además le acompañan los ministros de Exteriores, Josep Borrell, y la de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. También irá el nuevo presidente de la patronal española, Antonio Garamendi, y el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio.
Aunque el anterior presidente de España, Mariano Rajoy, no viajó a La Habana y su partido torpedeó los intentos de su canciller, José Manuel García-Margallo, por retomar las relaciones con Cuba, sí dio un paso importante en las relaciones al condonarle una deuda de 2.000 millones de euros, la mayor condonación hecha jamás por España más que atodos los países del mundo juntos, según recoge El País.
Sánchez intentará cerrar los flecos de la visita de los Reyes a Cuba, que previsiblemente se producirá en noviembre de 2019 cuando se cumplen 500 años de la Fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.
El presidente español llega a la Isla en un momento en que el país está inmerso en la reforma de su Constitución, que pretende aprobar el matrimonio igualitario y reconocer la propiedad privada, pero mantiene cerrada la puerta al pluripartidismo al asegurar que en Cuba sólo podrá haber un partido único, por encima del Estado.
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