Josep Borrell, ministro español de Asuntos Exteriores, aseguró este martes que confía en que la visita a Cuba del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, el 22 y 23 de noviembre, sirva para "pasar página" y para establecer un acuerdo que permita mantener un diálogo político y económico bilateral, semejante al que ya tiene con el conjunto de la Unión Europea.
Borrell destacó ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado que el viaje de Sánchez a Cuba invita a "pasar página" de la política común de la Unión Europea aprobada en 1996, durante la época de José María Aznar al frente del Gobierno español, período que en opinión de Borrell hizo "mucho daño a las relaciones España-Cuba".
"Es necesario adecuar nuestro marco de relaciones bilaterales", ha explicado el ministro de Exteriores español, quien considera, además, que en estos momentos existe un "gran desequilibrio" entre la importancia de los intereses españoles en Cuba y "la carencia de instrumentos para defenderlos".
Destacó, asimismo, que si la Unión Europea tiene un acuerdo con Cuba que facilita un diálogo político en torno a los derechos humanos y a cuestiones económicas, España debe tenerlo también.
"No tiene ningún sentido que la UE lo tenga y España no", enfatizó el ministro, quien ha precisado que espera que el viaje de Sánchez a la Isla sirva para ponerlo en marcha.
España debe tener "relaciones con todos y cada uno de los países de Iberoamérica", ha dicho el ministro de Exteriores, y añadió que no debe "excluir a nadie por razones ideológicas".
"Las relaciones diplomáticas no pueden basarse en distinguir quiénes son los buenos y quiénes son los malos", subrayó Josep Borrell, quien añadió que su propósito es mantener una "actitud dialogante y una presencia activa, pero también exigente y crítica".
En unos días se llevará a cabo la primera visita oficial de un presidente español a Cuba en los últimos 32 años, algo que a muchos parece insólito tratándose de un país que tiene un buen número de intereses económicos y de lazos históricos con la Isla.
Sin embargo, el viaje del mandatario socialista sigue generando dudas entre algunos políticos españoles, que temen un acercamiento excesivo hacia el Gobierno cubano. Desde la oposición han señalado que la visita de Sánchez se puede entender solo si se aborda la actual situación de los derechos humanos en la Isla.
Así lo manifestó en el Congreso el pasado 24 de octubre el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien exigió al socialista que siguiera el ejemplo de Obama.
"Obama fue a Cuba y en el discurso que hizo habló de derechos humanos y pidió la libertad de los presos políticos (...) y reunirse con las Damas Blancas [sic]. ¿Usted va a hacerlo o va ir solo de vendedor?", preguntó al representante del PSOE.
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