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Digna Guerra, una de las figuras principales del movimiento coral en la Isla, y autoridad en cuanto a la música cubana en general, declaró en el Noticiero Cultural su preocupación por lo mal que se canta el Himno Nacional en los matutinos en una serie de escuelas que ella visita regularmente.
La directora del Coro Nacional dijo que en varias escuelas escuchó el himno mal cantado, como “recitado”, por emplear el término exacto, e instó al rescate de valores patrios como la entonación correcta del Himno nacido en Bayamo hace 150 años.
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Y como Digna Guerra nunca ha sido una intelectual que se vuelva solo palabras, puso manos a la obra y en la sede del Coro Nacional organizó varias sesiones, con numerosos niños y niñas, para enseñar y propiciar la afinación, y también el espíritu y entonación inherentes a ese símbolo patrio.
Recientemente el sitio www.cubatv.icrt.cu publicó un comentario donde la periodista se preocupaba porque los niños, en los matutinos escolares, entonaban el Himno sin fuerza, mientras los padres seguían conversando, caminando o corriendo porque llegaban tarde.
En un momento del artículo aseguraba la periodista con justa preocupación: “¿No importa entonces mostrar respeto en posición de firme por las notas del himno? Respetarlo nosotros es enseñar a nuestros hijos a respetar su entidad, a respetar a su país. Hoy esto ocurre sólo en las escuelas, pasa en centros laborales ante cualquier actividad política, muchos ni se quitan la gorra o el sombrero en señal de respeto”.
Las anteriores opiniones alcanzan mayor resonancia en el marco de la Jornada de la Cultura Cubana, que tiene como principal motivación el aniversario 150 del inicio de las luchas independentistas y de la interpretación por vez primera de La Bayamesa, devenida Himno Nacional cubano.
Compuesto por Pedro Figueredo Cisneros, el Himno Nacional fue subtitulado por el propio autor como Himno Patriótico Cubano, y también se le conoció como La Bayamesa, aunque este último apelativo ha dejado de usarse quizás porque los maestros en las escuelas intentan evitar la confusión con la canción compuesta por Céspedes, Castillo y Fornaris, dedicada a Luz Vázquez, y también llamada La Bayamesa.
La musicóloga cubana Flora Mora escribió en 1950 que el texto del Himno “constituye una arenga revolucionaria, tan hondamente sentida, que es como una orden que pudiera servir de introducción a todo canto de guerra [...] Figueredo debió conservar en su memoria la letra de su marcha esperando la oportunidad de darla a conocer y de que pudiera ser cantada por los libertadores.
El momento deseado por todos llegó con la capitulación de Bayamo, y sus compañeros de armas alentados por las bélicas estrofas, las entonaron llenos de entusiasmo, generalizándose rápidamente”. De modo que siempre ha estado clarísimo lo que el Himno Nacional representa y cómo debe cantarse.
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