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Cada vez es más frecuente ver en Cuba fotografías de prensa o imágenes en televisión anunciando un nuevo accidente masivo, que tristemente casi siempre pone de duelo a una, dos, tres... familias.
La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba son los territorios con mayores índices de accidentalidad, lo que coincide con "los niveles de población y parque vehicular", de acuerdo con la Dirección Nacional de Tránsito.
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Esa entidad ha destacado que el año pasado aumentaron los accidentes relacionados directamente con el alcohol en más de la tercera parte de las provincias.
Particularmente en los accidentes masivos incide la utilización de vehículos no destinados a la transportación masiva, el llevar más pasajeros de los autorizados, la conducción de largos trayectos con un solo chofer, el incumplimiento de horarios de descanso y la circulación con desperfectos técnicos.
"Estos accidentes están a la orden del día, pero estamos hablando de indisciplinas que se solucionan con una supervisión constante", afirma Abel, de 45 años.
Añade que "hay que revisar mejor a quién se le otorga la licencia para conducir vehículos que sirven para la carga masiva de pasajeros. La selección de los choferes debe ser más rigurosa porque su irresponsabilidad es infinita".
"Es preferible incluso suspender los viajes que hacerlos con personas que no están calificadas. En el sector estatal habría que buscar mayores incentivos; no hay quien quiera la plaza de chofer porque es poco remunerada", afirma quien lleva dos décadas "manejando por toda Cuba".
La joven Anabel, que viaja regularmente de La Habana a Cienfuegos, indica que "ya es de estudio que haya accidentes tan seguido. Las leyes tienen que ser más duras con los infractores porque a la imprudencia humana se une la falta de control en la carretera. Muchos ómnibus tienen GPS que marcan su velocidad, pero no siempre se revisan".
En palabras de la Dirección Nacional de Tránsito, el sistema de vigilancia en carreteras se basa en las unidades de patrulla, los puntos de control y las motos de tránsito, pero "no es objetivamente posible" ofrecer el servicio al 100% de las vías.
Desde 2012 hasta la fecha se han reportado más de 50.000 heridos en carretera por accidentes de tráfico, la principal causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años.
Por su parte, el Centro Nacional de Vialidad asegura que la mayoría de los accidentes tiene lugar en vías rectas y en buen estado. "Solo el 5% ocurre por incidencia del mal estado técnico" de las mismas.
"Debe dársele alguna solución duradera al mal estado de las carreteras y la escasez de iluminación y señalizaciones. Hay muchos carros con inventos y gente que maneja tomada o mientras habla por teléfono", señala el taxista Jorge Alberto.
Las autoridades cubanas han reconocido la existencia de un parque vehicular envejecido, con "un promedio de edad de 32 años", y una red vial que ha sido deteriorada aceleradamente por "la intensa explotación y las insuficientes acciones de mantenimiento y conservación".
Una séptima parte de los 71.138 kilómetros que posee la red vial cubana es de interés nacional y solo el 24% de esa red se encuentra en buen estado.
"El mal estado de las vías afecta al vehículo y desconcentra a los choferes. Hay pedazos de la Carretera Central que le desbaratan un carro nuevo a cualquiera. Mientras no se modernicen los vehículos y exista la tecnología necesaria para registrar infracciones no avanzaremos", subraya el conductor Alain.
La Dirección Nacional de Tránsito ha comunicado que las señalizaciones se han deteriorado por la situación económica del país y que no es posible recuperarlas en poco tiempo, sino que "será un proceso paulatino".
El problema, explica Rodrigo, vecino de Centro Habana, no está en la cantidad menor o mayor de toneladas de mezcla asfáltica que se destina al arreglo de los viales. "De nada sirve 'echar' la calle o 'cogerle' los baches si se hace mal".
Entre septiembre de 2017 y marzo de este año en la capital se le retiró la chapa y la circulación a 1.889 vehículos que no superaron las inspecciones técnicas.
No obstante, "se paga lo mismo por obtener la licencia de conducción que la inspección del vehículo. La revisión técnica de los carros es una más de tantas ilegalidades que existen en el país.
"¿Cuándo se ayudará a que las personas puedan mejorar sus vehículos? Tanto un particular como los conductores de carros estatales tienen que terminar en el 'mercado negro' para resolver las piezas que necesitan y que normalmente los que viajan traen del exterior", agrega José Antonio, de 51 años.
En 2017 se recogieron 13.064 matrículas y circulaciones y se detectaron 951 adulteraciones (cambios de motor, carrocería, etc.). El botero Enrique considera, sin embargo, que "no todo está en reprimir, castigar, multar, decomisar. Hay que educar a la gente porque todo pasa por el factor humano".
Por otro lado, existen dispersos en Cuba más de 8 millones de animales de diferentes especies y el 70% de ellos pertenecen a propietarios cubanos. "Es un fenómeno que puede contenerse porque se trata de animales casi siempre dóciles, no de osos", refiere Carlos Manuel.
Si bien la ley cubana establece como obligatoria la licencia de conducción solo para automotores, en 2017 hubo como promedio dos accidentes diarios en los que estuvieron involucrados vehículos de tracción animal y en el 66% de los casos fueron éstos los responsables.
Datos del Ministerio del Interior de Cuba plantean que en los últimos cinco años se han registrado más de 56.000 sucesos de ese tipo, en los que han muerto alrededor de 3.700 personas y se han lesionado unas 41.500.
A tenor con la Dirección Nacional de Tránsito, el 70% de los 11.187 accidentes ocurridos en 2017 (uno cada 47 minutos), que dejaron una tasa de 6,67 fallecidos por cada 100.000 habitantes, se produjo por realizar adelantamientos indebidos, violar los límites de velocidad y perder el control del vehículo.
Según ha dicho el ministro de Transporte Adel Yzquierdo, las principales causas de accidentes radican en las indisciplinas sociales, la inadecuada señalización, el deterioro de las vías y la circulación de vehículos sin la revisión técnica actualizada.
Los accidentes provocan anualmente la muerte de 1.300 millones de personas en el mundo.
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