Menudo trabajo me ha dado entrevistar a uno de los grandes entrenadores cubanos de atletismo: el exsaltador Ubaldo Duany, integrante de una familia deportiva y cuyo nombre ocupa titulares en el mundo atlético por ser el preparador de la campeona olímpica y mundial de triple salto, la colombiana Caterine Ibargüen.
“Primero me disculpo contigo pero es que no paramos, lo sabes. Este año, por ejemplo, entre la Liga del Diamante y los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, hemos hecho una preparación intensa, sin perjudicar el futuro de Caterine que quiere luchar por retener la corona olímpica en Tokío 2020.”
De esa gran saltadora conversamos en un ratico. Dime de ti.
“Nací el 26 de mayo de 1960 en Palma Soriano, Santiago de Cuba. Llevo el deporte en la sangre; en mi familia hay atletas como mi sobrino, Raúl Duany, uno de los mejores decatlonistas que tuvimos hace dos décadas; mi hija es Milaysis Duany, por más de 10 años miembro del seleccionado nacional de básquet; su mamá también era del baloncesto: Georgina Céspedes (la Yoya) .
“Incursioné en el voly, pero era pequeño para eso. Mi entrenador en el campo y pista, Juan Heredia Salazar, me enseñó mucho de lo que sé. Primero fui saltador de altura hasta que en la longitud obtuve mis mejores resultados.
“Estuve por 12 años en el equipo nacional, entre la base de Santiago de Cuba y el Cerro Pelado, a donde pertenecíamos por aquellos tiempos.”
“Mi resultado personal en salto de longitud es 8 metros 32 centímetros, que a los 23 años me clasificó para asistir a los Juegos Olímpicos de Seúl. ¡Hubiera sido lo máximo!, pero lamentablemente no asistimos.
“Al retirarme del deporte activo me incorporé como profesor a la ESPA de la entonces Provincia Habana, donde fui Jefe de la Cátedra de atletismo.”
O sea, ya llevas unos cuantos añitos como entrenador. ¿no?
“Pues sí. Ya son 30 años como entrenador, y de ésos, 10 guiando a esa brillante muchacha que es Caterine Ibargüen.”
¿Cómo entrenan, dónde radica la base de ustedes, lo haces de forma independiente?
“Desde que trabajo con ella ha sido de forma independiente; radicamos en San Juan, Puerto Rico, ahí está la base. Yo en 1992 viajo a Cali, Colombia por un contrato del INDER, pero después me independicé.”
Antes de hablar de los logros de tu discípula, dime ¿cómo es ella?
“Es bien alegre, entregada a lo que hace con mucha responsabilidad; le gusta mucho la comida de mar. Es comunicativa, amable con sus rivales. Ha ido conmigo de vacaciones a Cuba y comparte con mi familia. Se ríe mucho; siempre ha mantenido ese carácter que creo la ha ayudado mucho en sus magníficos resultados. Nos compenetramos de tal forma que con sólo mirarnos, ya ella sabe qué tiene que hacer.”
¿De eso que tanto se habla de que ustedes se entienden por señas cuando ella compite?
“Eso mismo. Jajá”.
He leído que Caterine está muy agradecida de la escuela cubana de atletismo.
“Así es. Ella no olvida a los entrenadores cubanos que me precedieron: Reglita Sandrini, profesora de la EIDE Mártires de Barbados y, posteriormente, entrenadora del seleccionado nacional; y Jorge Luis Alfaro, saltador de altura que junto a Juan Francisco Centelles, brillaron en la etapa pre Sotomayor.”
Según palabras de la destacada colombiana, recogida en entrevistas a ella realizadas en páginas digitales, ambos le propiciaron una sólida base como atleta y Ubaldo Duany ha sido el encargado de encaramarla en la cima; muestra por ellos, respeto y gran admiración.
A Duany lo considera un padre, que le enseñó que era verdaderamente una atleta de alto rendimiento.
“Nosotros llevamos 10 años juntos como entrenador y atleta. Después de Beijing 2008 mantenemos la mejor relación. Ella es muy dedicada. Sigue al pie de la letra mis indicaciones.
“La conocí cuando, siendo una muchachita la entrenaba la Sandrini, y siempre le víi el biotipo idóneo para triplista no de saltadora de altura. Cuando ella se quedó fuera del equipo colombiano a los Juegos Olímpicos de Beijing, la invité a entrenar en Puerto Rico, gracias a una beca de enfermería. Así comenzó Caterine como triplista.
“Es más, en esos momentos, ella estaba muy afectada por no haber clasificado para la cita en Beijing 2008 y hasta pensó en el retiro. Ahí llegué yo. Dime tú lo que se hubiera perdido el mundo atlético.”
¿Qué le viste como triplista?
“Posee todas las características para esa especialidad: velocidad, explosividad, buen despegue, fase de vuelo; ha adquirido una técnica impresionante en el evento. No por gusto ostenta imponentes resultados: campeona del orbe en Moscú y Beijing; dos subtítutos mundiales, un bronce en Daegú; monarca olímpica en Río y plata en Londres; dos veces titular en Juegos Panamericanos y tres en Centrocaribes; esto sin contar los triunfos en las Ligas del Diamante (tres hasta la fecha) y los mítines por Europa.
“Sus marcas personales son 15 metros 31 centímetros en el triple y 6,87 en longitud, registro que significó récord para Colombia ahora en los recién finalizados Juegos Centroamericanos de Barranquilla, y primera ocasión en ganar la longitud en la justa regional; algo que nos satisfizo mucho.”
Duany, Ibargüen ha manifestado que sus 15,31 eran una marca anhelada y que a partir de ahí soñó con nuevas metas, incluso, quebrar el récord del mundo. ¿Por qué no han ido a por ello?
“Mira, hemos preferido extender su vida profesional; ella lleva más de cinco años siendo la triplista más estable del mundo. Llegará a los Olímpicos de Tokío con 36 años. O sea, hay que realizar una preparación por macrociclos, cuidando paso a paso, su estado físico y psíquico.
“Hacemos los cambios que creamos necesarios, ajustándolos a su mejor forma de hacer. Todo porque llegue en óptimas condiciones a Tokío 2020. Las contrarias no nos presionan, aunque por supuesto, las tenemos en cuenta. El triple salto es una modalidad longeva; así que estamos tranquilos, y si salta por encima de los 15,70 y se adueña del récord del mundo, bienvenido sea; yo opto por otro título olímpico.”
Como vemos, otro exitoso cubano que triunfa más allá de sus fronteras, siempre orgulloso de la Patria que lo vio nacer.
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