La sede de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) amaneció este jueves rodeada de agentes de la Seguridad del Estado. Los efectivos de la policía política cubana cerraron las dos calles que dan acceso a la calle del reparto Altamira de Santiago de Cuba, donde está ubicada, impidiendo la entrada y salida de los vecinos de la zona.
Este miércoles el capitán Jesús y el mayor Ferro, ambos de la Seguridad del Estado, entregaron citaciones a varios activistas de Unpacu: Ebert Hidalgo, Leonardo Ribery, Anibal Riveaux y Franklin Álvarez. Todos debían presentarse este jueves a las 9:00 a.m. en la Unidad de la Policía. Como ninguno asistió, debido al carácter arbitrario de la orden, Unpacu cree que el cerco policial se montó para detenerlos.
Las citaciones iban firmadas por oficiales de la policía pese a que el Código Penal cubano indica que esa tarea corresponde a un instructor penal, según informa el Observatorio Cubano de Derechos Humanos en una nota de prensa.
Este mismo jueves, un oficial de la Seguridad del Estado se personó en la casa del activista Ebert Hidalgo y al no encontrarlo en su domicilio, lanzó una orden de búsqueda y captura contra él.
A la entrada de la sede de Unpacu fue detenido el Ernesto Rivery, cuando, como de costumbre, iba a trabajar.
Ninguno de los activistas con citaciones han podido ser localizados. Todos tienen el teléfono apagado. Unpacu sospecha que están detenidos.
José Daniel Ferrer, líder de Unión Patriótica de Cuba, ha confirmado a Martí Noticias que los activistas fueron amenazados con una acusación de usurpación de funciones legales si continúan entrevistando a la gente en la calle, preguntando sobre temas que afectan a la población.
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