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De la crisis económica que vive Venezuela no escapa el transporte público. Debido a la falta de piezas de repuesto, el parque de autobuses se ha reducido a tal punto que el gobierno ha puesto como única solución camiones de carga adaptados donde los pasajeros viajan como ganado.
Según el sitio Infobae, los usuarios tienen que hacer verdaderas acrobacias para subir y mantener el equilibrio en las llamadas “perreras”, que ya han causado la muerte de 25 personas en lo que va de año.
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Muchos camiones apenas tienen tres tablas a cada lado para evitar que los viajeros se salgan. Una vez adentro, estos solo tienen para aguantarse una soga o, en algunos casos, una vara de metal que forma parte de la estructura del techo del vehículo, y así no perder el equilibrio.
El gobierno de Nicolás Maduro ha presentado las perreras como una innovación del sector del transporte.
Lo hizo en la Expo Potencia 2018, un evento creado por el régimen para presumir de la producción de las empresas estatales. Allí, la Empresa Nacional de Mantenimiento Vial, del ministerio de Transporte, presentó un modelo fabricado con un camión de carga, sin asientos, con unas “paredes” de latón y unas barras de metal que sostienen el techo del carro, de las cuales deben aguantarse las personas.
Yorman Rodríguez, uno de los que se ve obligado a tomar esta alternativa para desplazarse, afirma que en el país hay ineficiencia de repuestos, de aceite y de todo.
“Ellos (los pasajeros) sienten temor, pero el gobierno no ve eso. El gobierno iba a mandar una flota de Yutong. ¿Y dónde está la solución, dónde está la solución? ¿Un camión? Esto no es vida, aquí cualquiera está arriesgando su vida. Todo el mundo está subiendo a su casa asumiendo su propia responsabilidad”, añadió.
“Es más peligroso, pero qué vamos hacer, uno quiere llegar a su casa rapidito. Esto es un horror lo que estamos viviendo aquí, es una cosa demasiado horrible”, dijo José Antonio Martínez, otro usuario.
El temor a las perreras no es infundado. Según reveló Luis Alberto Salazar, presidente del Comité de Usuarios de Transporte Público, además de las muertes ocurridas en 2018, están las dificultades para la atención de los heridos.
“No hay quien se responsabilice por la vida de esas personas. En 18 años no han sido capaces de generar una planificación del transporte y del servicio público a nivel nacional, y nosotros somos las víctimas”, concluyó.
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