El boxeador norteamericano de origen cubano Joey Hernández se acerca al final de su carrera, y antes de colgar definitivamente los guantes ha dado un consejo a los nuevos púgiles cubanos y latinoamericanos en general que empiezan su carrera: “Váyanse de Miami”.
“Fui un cabeza dura, me pasaba la vida en fiestas. Miami no es bueno para esto: se conoce a mucha gente, mujeres…", explicó.
“Nunca tuve manager, pero si hubiese tenido un chance para salir de aquí, lo hubiera hecho. He conocido a muchos peleadores que llegaban acá con un buen futuro, pero las mujeres, las fiestas, los carros bonitos; es como estar siempre de vacaciones”, recordó.
A sus 33 años, Joey se define como un boxeador inteligente, porque invirtió su dinero en un negocio de comida saludable, con el que le va muy bien. En una entrevista publicada en YouTube declaró que ya no sale de fiesta, está felizmente casado con una colombiana y tiene tres hijos.
“Lo mejor de mi vida profesional es que nunca le dije ‘No’ a nadie. Peleé contra los mejores del mundo: Austin Trout, Julian Williams…, y gané dinero suficiente para invertir en mi negocio. Y lo más malo: las mujeres, las fiestas y todo lo que derroché. Todos los amigos que tenía estuvieron al lado mío mientras yo estaba ganando; después, se fueron todos”, recalcó.
Joey subirá al ring el próximo 6 de julio en el Hard Rock Hotel y Casino en Hollywood, donde se enfrentará al dominicano Ed Paredes, a quien nunca ha podido derrotar hasta el momento.
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