Recién cumplidos par de meses de campaña, José Dariel Abreu suma la friolera de 64 hits, un paso que de mantenerlo arrojaría alrededor de 190 batazos a terreno de nadie para fines del calendario regular. Es decir, lo dejaría a las puertas de una hazaña que solamente dos cubanos han podido conseguir en el mejor béisbol del mundo.
Se dice fácil, pero es harto complicado. Pegar dos centenares de imparables en una temporada es algo que muy pocos (un ínfimo por ciento del total) se han dado el lujo de lograr alguna vez. Se trata de promediar 1.22 indiscutibles por partido, y eso es cada vez más exigente en una pelota donde el pitcheo se supera a diario.
Tanto es así, que únicamente Tony Oliva y Rafael Palmeiro han logrado campañas de 200 hits entre todos los cubanos que han pasado por los pentágonos de la Gran Carpa.
Canonizado por los fanáticos de Minnesota, Oliva lo hizo en 1964 (su año de debut oficial) y 1970 con totales respectivos de 217 y 204. Mientras, Palmeiro lo alcanzó en 1991 con la camiseta de Texas, cuando fijó 203 conexiones en el casillero de la H.
Tan tremendo es el reto que Tany Pérez, un Hall de la Fama, jamás llegó a 190 hits a lo largo de 23 campañas. Ni tampoco lo hicieron otros estelares de extensas aventuras ligamayoristas como Minnie Miñoso, Tony Taylor, José Canseco o Zoilo Versalles.
En tiempos más recientes, Alexei Ramírez dio 181 hits en 2013, Yoenis Céspedes “se estiró” hasta 184 en 2015, y Pito Abreu no paró hasta 183 en 2016 y 189 en el campeonato precedente.
Entonces, la interrogante obligatoria es: ¿Podrá el gigante de Mal Tiempo incrementar el ritmo productivo y meterse en el club exclusivo de los peloteros con 200 imparables en un curso? Personalmente, con el inicialista de los Medias Blancas bate en mano yo lo creo posible casi todo.
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