El 16 de abril de 2016, Raúl Castro anunció en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) la tercera reforma parcial de la Constitución cubana de 1976 para incluir los Lineamientos y los límites de mandatos. También para ratificar el poder supremo del Partido Comunista. Esta semana dejará la presidencia aunque permanecerá al frente del PCC hasta 2021. Se va a ejercer el poder en la sombra sin reformar la Carta Magna.
Según explicó en 2016, la nueva modificación de la Constitución fijaría los nuevos plazos impuestos a los mandatos de los dirigentes del país. De esta forma, se da por hecho la implantación del tope de dos legislaturas consecutivas (diez años) al frente del Gobierno, como máximo.
Él es el primero en acatar esa norma no escrita después de que su hermano Fidel Castro se mantuviera casi 50 años en el poder, como primer ministro (1959 -1976) y como presidente desde 1976 hasta 2008, aunque en realidad estuvo hasta el 31 de julio de 2006, cuando tuvo que cederle la Presidencia interina por problemas de salud.
En 2016, durante su intervención en el séptimo Congreso del PCC, Raúl Castro no puso fecha a la modificación de la Constitución, que también incluiría "las transformaciones asociadas a la actualización del modelo económico y social", según dijo en su discurso. O sea, está previsto que los famosos Lineamientos aprobados en 2011, que abrieron un espacio a los cuentapropistas y las cooperativas no agropecuarias, entren en la Carta Magna.
Pero no entrarán todos en la que será la tercera modificación parcial de Constitución de 1976 sino "los que deban ser recogidos en la misma", aunque Castro no explicó cuáles ni por qué. Sí avanzó que iban a ser "discutidos con la población y votados en referendo" antes de ser aprobados por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La Constitución cubana fue aprobada en referendo en 1976 y reformada parcialmente en 1992 y en 2002. En la nueva modificación que prevé hacer, Raúl Castro dijo que se ratificará "el carácter irrevocable del sistema político y social refrendado en la actual Constitución (2002), que incluye el papel dirigente del Partido Comunista".
En la reforma del 92 se añadieron tres nuevos capítulos aunque de los 141 originales finalmente quedó reducida a 137. En ese 'retoque' que afectó a más de la mitad de la Carta Magna se modificó el concepto de propiedad estatal y se incluyeron las empresas mixtas como una nueva forma de propiedad, se reguló el Estado de Emergencia y se cambió el sistema electoral. También se incluyó el carácter no confesional del Estado y se garantizó la no persecución por motivos religiosos. Desaparecieron además las referencias ideológicas del estado cubano y sus influencias soviéticas.
En esencia, la modificación de la Constitución del 2002 vino a declarar irrevocable el socialismo en Cuba y otorgó poderes supremos al Partido Comunista, amparado en 8,1 millones de firmas recogidas entre ciudadanos cubanos en edad de votar (con más de 16 años). Esa recogida de firmas respondía a las 11.020 reunidas por el Proyecto Varela, que fueron entregadas en el Parlamento para reclamar medidas democratizadoras en Cuba y una amnistía política.
Esta reforma fija también que Cuba no podrá negociar con otro estado bajo amenaza de agresión y añade que la Constitución sólo puede ser reformada por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Además fija que si quiere modificar las facultades de la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado o deberes y derechos incluidos en la Constitución se necesitará la ratificación de los ciudadanos a través de un referendo, como el que Raúl Castro anunció en 2016.
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