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“Y al que no le guste, bajando”, termina diciendo el estribillo de la canción-tema de presentación de la nueva telenovela cubana En fin, el mar, dirigida por Carmelo Rubio, escrita por Eurídice Charadán y Osvaldo Huerta (avalados por su anterior Salir de noche), y fotografía a cargo de Eddy Quintero.
La nueva telenovela está llegando a los televidentes por Cubavisión, y se ambienta en un poblado de pescadores, con mayor predominio de los exteriores. Uno de los personajes, Justino, interpretado por Enrique Molina, es un abuelo, cabeza de familia, caracterizado por su machismo, cariñoso pero despótico.
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Según Ángel Bonne, quien ha explicado sus argumentos en varios programas de televisión, el tema está compuesto a nombre de ese personaje, Justino, como si él hablara mediante el texto de una canción de salsa, simpática, rítmica, y con estribillo pegajoso. Tan es así que muchos cubanos están tarareando aquello de si no te gusta, bajando, frase repetida en una canción que desacertadamente, ya no fue leit motiv de un personaje, sino elegida como tema de despedida de la telenovela.
En algunos pasajes de la canción, se pueden escuchar frases como “desde niño aprendí el respeto a los mayores, en mi caso soy yo quien lleva pantalones, que mujeres y niños deben respetarme, pues yo soy el que trabaja y puede alimentarles”, y también “en el trabajo, en la casa, y hasta frente al televisor, yo soy el que lleva el mando”.
Por si fuera poco, más adelante, es escucha: “el que soy, el que más sabe, el que conoce la clave, el bárbaro controlando, el que da la conclusión en la casa, el que decide cuándo es que se acaba, el que te calma si te pones brava”, y “cuida’o con protestar pues la disciplina voy a aplicar. Ese soy yo, y si no te gusta, pues bajando, y si no te cuadra, sigue caminando.”
En fin, puro despotismo machista, con visos de violencia autoritaria, y está saliendo al aire tres veces a la semana, en horario estelar, del principal canal televisivo en Cuba, y para colmo como tema de despedida. Muchos televidentes, enterados del daño que puede ocasionar una canción tan pegajosa como reaccionaria, ya están protestando en algunos foros de internet.
Otros televidentes aseguran que no es para tanto. Que hay demasiado reguetón machista y violento como para emprenderla con una canción salsera, graciosa pero mal utilizada, pero el compositor tampoco es que tenga la culpa de la injustificable amplificación de un tema concebido con otros propósitos.
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