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Una reconocida publicación cubana criticó recientemente al compositor Descemer Bueno y la cantante Diana Fuentes, pues -a decir de la misma- ambos artistas se desviaron de la “música inteligente” para interpretar y producir discos “comerciales”.
Descemer Bueno, autor de éxitos como Bailando y Cuando me enamoro, “se ha entrenado” para responder a “exigencias del bolsillo y no de la inspiración”, afirmó un artículo titulado “Descemer Bueno o el problema es que el sirope vende”, publicado este mes en la revista oficialista La Jiribilla, adscrita al Ministerio de Cultura de Cuba.
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“No sé para ellos; para mí está clarísimo que el problema no es el amor, sino el mercado, que exige matrices cada vez más simples, cada vez más elementales para un público adaptado de antemano a la receta que vende. Y para responder a esas exigencias, más del bolsillo que de la inspiración, Descemer parece haberse entrenado en tiempo récord”, escribió la periodista Giselle Morales.
Morales cuestionó el más reciente fonograma de Descemer, en el que cuenta con la colaboración de Jorge Villamizar y el reguetonero El Chacal “El problema es el amor”, del cual aseveró es un disco “por el que seguramente no va a ser recordado”.
“Todavía lo recuerdo hace algunos años, cuando era un mulato con dreadlocks que cantaba aquello de ‘yo lo que quiero es un carro para después que tenga mi casa, irme pa’ mi casa en mi carro’. De haber seguido en semejante cuerda estética y con mecanismos de promoción underground, probablemente hoy tampoco tuviera carro, ni casa, ni hubiera concebido esa fórmula para hacer canciones en dos días que bien pudiera patentar como el sirope Descemer”, ironizó.
La articulista opinó que “desde el disco “Amor y música”, que compusiera junto a Kelvis Ochoa y que conmueve de principio a fin; desde sus primeros hits, los más auténticos, hasta los remix de hoy ha llovido más de la cuenta”.
“Tanto que, del más reciente fonograma, solo creo salvable el tema a dos voces con Carlos Varela titulado “Cero a cero”, una canción atípica en ese álbum pero que, en honor a la verdad, no se me ocurriría pedírsela a Varela en un concierto”.
Morales tildó tanto a Descemer como a la cantante Diana Fuentes, radicada en Miami, de “creadores escurridos por el tragante del mercado”.
De esta última artista, indicó que “se debate entre su antiguo apego por la canción inteligente y su reciente desdoblamiento como el sex symbol de la fusión, incluido cambio de look, de proyección escénica y una creciente interacción con los fans en redes sociales”.
“Ya casi ni recuerdo que cantó en Síntesis…”, añadió.
“Así que no, Descemer, el problema no es el amor. El problema es crear para darle al mercado únicamente lo que el mercado quiere; meter en una coctelera las matrices exprimidas de siempre y zarandearlas bien, hasta que esté lista una canción que pase por nueva”, señaló la periodista, que concluyó comparando la música de este autor con “sopas instantáneas”.
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