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Retrasos en la entrega, poca variedad y mal sabor son algunos de los inconvenientes más reportados sobre el servicio de meriendas en las escuelas secundarias de Cuba, donde menos del 40% de los estudiantes optan por consumir estos alimentos subsidiados por el Estado.
Según recogió el martes un extenso reportaje del diario oficialista Juventud Rebelde, el número de alumnos que consumen hoy la merienda representa menos del 40% de la matrícula total de las escuelas secundarias básicas en el país, lo que equivale a cerca de 350 500 estudiantes.
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Por ese mismo porcentaje se encuentra la cifra total de las escuelas pertenecientes a este nivel de enseñanza a lo largo de la Isla que cuentan con almuerzo, solo unos 1 180 centros educativos.
La merienda por alumno, un servicio que comenzó a implementarse en todo el país en el curso 2003-2004, está conformada por un vaso yogurt de soya y un pan que puede incluir salchicha, butifarra, queso, jamonada o croqueta. Las ofertas deben evitar repetirse diariamente, señaló la nota.
Estos alimentos, encaminados a socorrer la alimentación de estudiantes con ambos padres trabajadores, sigue un manual de calidad que solo prevé satisfacer el 30% de las recomendaciones nutricionales.
Aunque en La Habana el reporte asegura que los estudiantes están conformes con la calidad de los alimentos, en la mayoría de las provincias estudiadas se recogieron insatisfacciones en lo referido a la llegada tardía y la calidad del yogur.
En zonas rurales, muchos profesores y alumnos lamentan que desde el inicio del actual curso han realizado “un rosario de quejas, con fotos y videos incluidos” sobre la llegada tardía y la calidad del yogur de soya.
“El horario del almuerzo está previsto para las 12 del día y el carro llegaba una hora después. Muchas bolsas venían reventadas porque las traían en el hueco del “carro de la leche”, y cogían todo el polvo y fango de la carretera. En lo que se enfriaban, los niños se la tomaban sobre las tres de la tarde”, explicó la secretaria docente de uno de los centros evaluados en Sancti Spíritus.
En este tipo de comunidades, donde la mayoría de los estudiantes consume la merienda con regularidad, también ha quedado establecido entregar de forma diaria una bolsa de yogurt de soya a adolescentes con “desventajas sociales”.
“El tema del yogur se ha discutido con todos los responsables. Desde la primera semana del curso 2017-2018 se han reportado las quejas, ya sean por problemas con el transporte, como con la producción. Se ha resuelto el problema por días, pero luego se regresa a lo mismo”, dijo Melquiades Palmero Felipe, metodólogo de Organización escolar en la Dirección Provincial de Educación de Sancti Spíritus.
Palmero Felipe alertó además que muchas veces se escuchan criterios de que no existe variedad en la oferta, pero asegura “que la textura y sabor de los cárnicos es similar y tiende a confundir”.
“Prefieren la salchicha, pero ese producto llega de La Habana, por lo que se prioriza su distribución todos los lunes. El resto de los días se alterna, y hasta incluimos croquetas”, añadió.
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