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Dos alternativas tomadas anoche por el mentor granmense Carlos Martí en el partido ante Las Tunas, han desatado una ola de duras críticas entre la afición insular. Gentilmente, el director de los campeones nacionales accedió a comentar vía telefónica ambas jugadas.
Sobre el boleto intencional a Jorge Johnson para lanzarle a Danel Castro -quien terminó decidiendo el partido con jonrón-, Martí consideró:
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“Lo hice por varias razones. Primero, llenaba las bases para buscar el out forzado donde quiera. Segundo, Johnson había sido campeón de bateo en la Serie, así que no se trataba de un improvisado. Y tercero, el lanzador que yo tenía en el box es un pitcher que llega a 95 millas por hora, lo cual podía ser más efectivo contra el veterano Danel que ante el otro bateador. Lo que ocurrió fue que Raidel Martínez se vio debajo en el conteo y buscó control con una recta por debajo de su velocidad habitual”.
Mientras, acerca de la decisión de mantener en el montículo a un Leandro Martínez que ya daba señales de debilidad –lo cual desembocó en el empate a dos carreras-, el manager sostuvo:
“Había dos outs y venía un bateador que no es de los más peligrosos de Las Tunas. Lamentablemente, Leandro optó por hacerle un envío pegado a 84 millas que resultó muy fácil de dominar para Yordanys Alarcón, quien le dio hit entre tercera y short”.
Antes de terminar el diálogo, Martí hizo referencia también a la imposibilidad de apelar hoy a sus dos mejores abridores (Lázaro Blanco y Ulfrido García) “por obra y gracia del reglamento del campeonato”.
“Eso no existe en ninguna pelota del mundo para etapas de play off”, dijo el más experimentado de los mentores que hoy trabajan en la Serie. “Se supone que en estas instancias del evento todos los lanzadores deben estar libres para trabajar. Yo me voy a pasar la vida diciendo que mientras menos pitchee un hombre, menos se desarrolla. No hay sentido para estar cuidando la cantidad de lanzamientos en una final”.
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