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Las autoridades brasileñas que investigan el accidente de tráfico en Río Grande del Sur en el que murieron siete personas, entre ellas tres cubanos, sospechan que existe una ruta de migración ilícita de cubanos en ese territorio, con destino a Uruguay.
Según reportó la cadena local Globo, el único cubano que sobrevivió al impacto el pasado 1 de enero, Armando Sosa (24 años), tendrá que comparecer ante la policía esta semana, aunque por el momento se mantiene hospitalizado.
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Adam Lauxen, el delegado policial al frente del caso, dijo al referido medio que la investigación actual revela que los cubanos se habrían estado dirigiendo, antes del siniestro, a la ciudad fronteriza de Chuy, en Uruguay, para luego continuar rumbo a los Estados Unidos.
"Probablemente la intención era conseguir identidad uruguaya para seguir viaje o permanecer en Uruguay. Estamos aguardando la pericia de los teléfonos móviles y portátiles que nos puede dar más información al respecto", dijo Lauxen a Globo.
Otra forma de aclarar los hechos, añadió el policía, es escuchar al cubano sobreviviente que está internado.
"Vamos a pedir entre hoy y mañana, a la policía de Río Grande para que el Armando sea escuchado, pero va a depender mucho si va a querer hablar, porque es posible que, si estaba en fuga, tenga miedo, puede que le hayan denegado la visa, todo puede suceder ", subrayó.
El delegado también afirmó que había una suma de dos mil dólares con Armando, que fue encontrada por los enfermeros del hospital, guardada en sus ropas íntimas.
"Por ahora, ese es el valor que se ha encontrado, no sabemos si los demás que murieron tenían algún dinero con ellos", relató Lauxen.
Según el delegado, ninguna autoridad cubana ha tratado de contactarse con la policía brasileña.
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