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En junio de 2016 abría sus puertas el primer hotel de una firma estadounidense en Cuba en más de 50 años, el Four Points de la firma Sheraton, coadministrado por entidades vinculadas al conglomerado militar cubano GAESA.
Un año después, el presidente Donald Trump anunció en Miami una serie de modificaciones en la política con el gobierno de la isla, con el fin de regular los negocios de ese país norteño con empresas supeditadas a GAESA y otras entidades estatales.
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Las medidas fueron emitidas finalmente este miércoles 8 de noviembre por el Departamento de Estado, con el objetivo de “impedir que las actividades económicas beneficien a las fuerzas militares, de inteligencia y los servicios de seguridad cubanos”, y al mismo tiempo mantener que los ciudadanos estadounidenses realicen viajes autorizados a Cuba y contribuyan al sector no estatal de la isla.
En tal sentido, se han publicado una serie de restricciones que entrarán en vigor a partir de mañana jueves y que incluyen un listado de compañías radicadas en Cuba que no podrán hacer negocios con EE.UU.
Entre las entidades sancionadas se encuentran los ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas, así como las corporaciones CIMEX, Habaguanex, la Unión de Industrias Militares (UNIM), la operadora turística Gaviota S.A y GAESA. De tal modo, quedaron ceñidos a este veto más de 80 hoteles a lo largo de la isla.
Según reseña el portal especializado en viajes Skift, los viajeros estadounidenses ya no estarán autorizados a realizar viajes individuales, educativos, o de “pueblo a pueblo” sin efectuarlos a través de una organización o persona aprobada por la jurisdicción de Washington, En un cambio con respecto a la política anterior.
Curiosamente, destaca la publicación, la lista no incluye hoteles como el Four Points by Sheraton en La Habana, cuyo inmueble es propiedad de GAESA. En la lista, sin embargo, hay varias marcas hoteleras operadas por compañías europeas, como Iberostar Laguna Azul en Varadero y Royalton Cayo Santa María en cayos de Villa Clara.
En una conferencia telefónica de Washington con los medios, en la que CiberCuba participó, un funcionario del Departamento del Tesoro confirmó que las empresas norteamericanas que ya habían hecho negocios en Cuba, no serían afectadas con estas modalidades.
Es probable que las nuevas restricciones perjudiquen al mercado hotelero en general de Cuba, al tiempo que hacen que sea más difícil para los viajeros de EE. UU encontrar lugares donde alojarse.
El objetivo, según los funcionarios, era evaluar si la inclusión de un hotel tendría un efecto adverso en los intereses de EE. UU en Cuba. Bajo ese criterio, parece que los hoteles administrados y con la marca de las empresas estadounidenses seguirán estando disponibles para los turistas de EE. UU.
Las nuevas regulaciones no afectarán a los estadounidenses que ya tengan reservaciones en la isla antes del 16 de junio de 2017. Para los viajes de perfil educativo, esta fecha límite se aplica a los viajes reservados antes del 9 de noviembre.
"Si ya ha reservado su vuelo, si ya ha reservado su hotel en la lista, aún puede tomar su viaje", dijo hoy un funcionario del gobierno en una conferencia de prensa. "No estamos intentando afectar los viajes que ya se han reservado o arreglado, estamos tratando de hacer cambios para el futuro", acotó.
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