(Yani Gil)- En exclusiva para CiberCuba, el actor cubano Vladimir Escudero, conocido por el abanico de personajes humorísticos que ha interpretado para la televisión de Miami, nos regala una parodia del presentador del Noticiero Nacional de Cuba Rafael Serrano, cara y voz de la prensa oficialista en la Isla. Este alter ego de Serrano critica los éxitos de Yulieski y de su padre Lourdes Gurriel y saca a relucir a su queridísimo y admirado Fidel Castro. Según explica, la nueva medida migratoria que permitirá a los cubanos regresar en yate a Cuba a partir de enero de 2018 no está pensada para gente como El Yuli sino para los isleños de Hialeah. Pero Escudero también nos ha mostrado al ser humano que ha llegado a tocar fondo en los Estados Unidos: "Mi esposa me duró un año en Miami y 12 días en el hospital".
Sobre el personaje de Serrano, Vladimir Escudero confiesa que le carga mucho. "Es peligroso tenerlo encima porque se me quedan algunos rezagos. Tengo que sacudirme bien, porque es como entrar en trance", dice mientras se santigua. Además, recuerda que le dieron el papel para hacerlo solo un día, pero funcionó, empezó a funcionar y a funcionar hasta que se quedó. Ya lleva como cuatro años".
Con CiberCuba el actor ha querido hacer balance de su carrera. El artista santiaguero recuerda que él estudió actuación en Cuba y allí comenzó a hacer teatro, en 1994 como actor profesional."Como buen santiaguero me fui para La Habana y allí me quedé ocho años, combinando el trabajo de la televisión con radio y teatro". De aquella etapa recuerda su paso por telenovelas como El balcón de los helechos, en la que compartió protagonismo con la actriz Susana Pérez o A pesar de todo, la primera que hizo con Eduardo Moya, el hombre que le dio la oportunidad de empezar en la televisión de La Habana.
De todo lo que ha hecho, para él, el medio más completo es el teatro porque se hace en vivo y no hay marcha atrás: "No hay corte, ni rectificación, ni nada". De la actuación en radio destaca el esfuerzo que hay que hacer para transmitir con la voz y de la televisión, su tecnicismo. "También tiene su magia porque no dejas de estar actuando".
Vladimir Escudero cuenta que él llegó a Miami porque aprovechó un viaje a México, donde presentó dos obras de teatro. Estuvo casi un año actuando en la Ciudad de México hasta que se quedó sin papeles porque no le habían renovado la visa. En sus planes estaba regresar a Cuba. "Yo no quería cruzar la frontera. Quería volver, pero mi madre y mis dos hermanas llevaban ya 12 años en los Estados Unidos y yo llevaba doce años sin verlas. Fue una decisión sentimental la que me trajo hasta los Estados Unidos".
El actor cuenta que cuando cruzó la frontera (de México con EE.UU.) estaba convencido de que dejaba detrás al artista. "Estaba dispuesto a trabajar en lo que fuera por estar al lado de mi familia". Los inicios no fueron fáciles. Su primer trabajo fue como rellenador de máquinas de soda. "Yo lo disfrutaba mucho, la verdad". Después fue guardia de seguridad durante cuatro años. Recuerda que pasó cuatro cumpleaños, cuatro navidades y cuatro fin de año durmiendo en su carro.
Paralelamente hacía algunos trabajos para Canal 41. Dio con ellos porque estaban buscando un personaje de comedia. "Hice la lectura del guión y las pruebas y a la semana me llamaron. Había encontrado una oportunidad de retomar la actuación y no quería desaprovecharla. Amanecía en mi carro a las seis de la mañana, ahí tenía ropa, cepillo de dientes y a las siete y media estaba en el Canal 41".
"Mi esposa me duró un año aquí y 12 días en el hospital"
Al año de estar en los Estados Unidos, Vladimir Escudero sacó a su esposa de Cuba. "Llevábamos 13 años de relación. Nunca habíamos podido tener hijos. Ella sale embarazada, pero perdimos a la niñita. El embarazo le revolvió las hormonas y eso le sacó a relucir un cáncer que tenía y no lo sabíamos porque no tenía síntomas de nada. Me duró un año aquí y doce días en el hospital".
"Fue terrible. Fue la única vez que pisé fondo en este país. Me vi solo. Tuve que mandar el cadáver solo para Cuba porque no me dieron el permiso para entrar al país. Al cabo de 15 días me mandaron un permiso y tuve que enfrentar a la familia. Cuando regresé a Miami no tenía trabajo. No tenía nada. Una llamada telefónica de mi padre fue la que me levantó porque iba bien mal".
Vladimir Escudero reconoce que durante ese bache en su vida muchos amigos lo ayudaron. "Hay gente que hoy trabaja conmigo que se convirtió en puntal en esa época", dice el artista.
Para entonces, estaba decidido a no actuar más. "Estudié masaje terapéutico neuromuscular y me metí bien adentro en eso, pero nunca lo ejercí". Por esa época se mudó a la playa, tras conocer a una muchacha, y consiguió un trabajo de repartidor en Domino's Pizza los fines de semana.
Fue entonces cuando se encontró con su amigo Ronny Jiménez repartiendo pizzas y éste le dijo:"¿Negro, qué tú haces?" Poco después lo llamaron de la producción del programa de Ronny, de las nueve de la noche y Vladimir Escudero volvió a la actuación. "Empecé en TN3 interpretando una mata de moringa (Fidel Castro decía que un trozo de moringa era mejor que un bistec)". Y poco a poco le fueron dando mejores papeles. "Empecé a hacer las cosas correctamente guiado por mi amigo Carlucho que me decía: 'Aquí lo único que usted tiene que pitchear es strike. Mientras pichee strike y no bola, se acabó'. Y así mismo fue".
El actor reconoce que todo el periplo que hizo hasta llegar al Canal 41 le ha ayudado mucho en la actuación. Entre sus personajes favoritos está Erostrato en el teatro, que le valió varios premios en Cuba. "Incendió el templo de Artemisa en Éfeso, sólo para que lo recordaran", pero el que él interpretó era una alegoría de Fidel Castro.
Una hija preciosa y un disco
Sobre su vida personal Vladimir Escudero cuenta que tiene una hija bellísima. "Ímaginate, yo no podía tener hijos. Yo pensé que me iba en blanco. Es mi motor. Después de tenerla he hecho cosas que no me imaginé que iba a hacer nunca, como trabajar el triple de lo que trabajo. Es una cosita chiquitica que depende de ti, que no se puede valer por ella sola. Es mi vida. Mi todo. Mi vida entera".
Pero Vladimir Escudero, que por cierto, se llama Vladimir Fernández Escudero, no es sólo actor. También escribe y un amigo le sugirió que lo llevara a la música. "Me despertó esa inquietud que tenía. He hecho un álbum de alrededor de doce temas, aunque escribí cincuenta y pico. Se llama Ya no soy aquel". Ahora, comenta, es un personaje musical que se llama Mr. Vlado, que interpreta el género urbano de una forma muy romántica.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: