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Aún hay cubanos que viven sin servicio público de agua potable en la Isla. Los vecinos de Florencia, en Ciego de Ávila, se abastecen con pipas de agua que pasan cada siete u ocho días aunque en tiempo de sequía han llegado a hacerlo cada veinte. Los residentes en Camino de los Carretones, en Pinar del Río, contaban con la promesa de las autoridades del Partido Comunista de que verían el agua potable manar de las pilas de sus casas para celebrar el 26 de julio de este año. Estamos en octubre y nadie les ha explicado qué pasó, pero siguen sin agua.
Según publica el diario oficialista Invasor, Florencia, cabecera del municipio avileño de igual nombre, carece de un sistema de acueducto por lo que las autoridades recurren a la distribución de agua en pipas. Este pueblo ha vivido siete años de sequía que llevaron al colapso del 70% de los pozos del municipio, por lo que hubo que recurrir al reparto de agua en pipas cada 20 días.
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Yarelis Pita, vicepresidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, se congratula de que el reparto de agua potable haya bajado (de los 20 días) a una semana. Además, aclara que habrá que seguir así hasta que se construyan 17 puntos de acceso al agua potable. "Los altibajos de la mano de obra" en la provincia son, según ella, los responsables del retraso en las obras de la planta potabilizadora. Estos trabajos llevan meses paralizados. Tampoco avanza la instalación de un tanque elevado en Guadalupe, un poblado ubicado a medio camino entre Florencia y Tamarindo. El Poder Popular dice que no es responsabilidad suya. Se limita a pedir "con urgencia" "fuerzas extras".
El caso del barrio Camino de los Carretones, ubicado en el kilómetro dos y medio de la carretera de Viñales, en Pinar del Río, es más grave. Sus 800 habitantes celebraron la promesa de que tendrían agua potable para festejar el 26 de julio de 2017. Llevaban años pidiéndolo en las asambleas de rendición de cuentas y finalmente los miembros del Partido Comunista de Cuba escucharon sus plegarias.
El periódico local Guerrillero, recoge el testimonio de uno de los vecinos afectados. "Me da pena hablar del tema. Llegaron con mucho entusiasmo, abriendo una zanja, instalando acometidas y mangueras desde el 6 de julio y nada de agua. Hablaron en una asamblea del delegado diciendo que había alrededor de 120.000 pesos para esta obra y aún no hay ni una gota de agua, las razones las desconozco”, aseguró al diario oficialista José María Hernández Valdés.
"La situación es caótica, hay mucha dejadez e indolencia. Estamos cansados, hemos mandado cartas a todas partes y seguimos sin ninguna aclaración”, afirma otro vecino, José Ramón Padrón Aguilar, de 69 años.
Lo peor es que no tienen servicio de pipas porque la carretera que lleva a este barrio es estrecha y si llueve se hace intransitable. Los vcecinos tienen que recorrer largas distancias cargando cubos de agua.
Robert Echevarría Ramírez, director de ingeniería de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado de Pinar del Río, explicó a Guerrillero que se han colocado tuberías, pero faltan 100 metros de tubos de ocho pulgadas para resolver el problema del agua en Camino de los Carretones. Esos 100 metros de tuberías, que alcanzan una distancia similar a los 100 metros que Usain Bolt corrió en 9,72 segundos en 2008, llegarán a Pinar del Río previsiblemente al cierre del año.
Antes de que empezaran las obras, el agua llegaba con baja presión a Camino de los Carretones, pero ahora no llega y no lo hará hasta, al menos, el año que viene.
Un estudio de la Universidad de Miami asegura que la infrestructura obsoleta es responsable de la escasez diaria de agua, las fugas en las tuberías, los inodoros que no funcionan y el agua contaminada en Cuba. Detrás de estas deficiencia hay problemas de salud.
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