Aroldis Chapman logró su tercer salvamento de la postemporada y Yulieski Gurriel remolcó tres carreras con un doble en el dramático partido que los Yanquis de Nueva York le ganaron anoche a los Astros de Houston.
Una vez que los neoyorquinos remontaron espectacularmente el desafío, el zurdo fue convocado al box para preservar la ventaja de 6x4 en el score. Venía de una pésima experiencia en el segundo choque de la serie, pero esta vez la historia sería diferente.
Apenas hizo diez envíos –ocho de ellos en strike-, suficientes para liquidar la entrada con absoluta autoridad...
Al primer bateador que enfrentó, el propio Gurriel, lo ponchó con slider después de administrarle tres lanzamientos de 100-101 millas. Al siguiente, Alex Bregman, le recetó la misma medicina. Por último, al emergente Evan Gattis lo dominó con una sola píldora en elevado al bosque izquierdo.
De ese modo el holguinero mejoró su efectividad en la postemporada a 1.13 en ocho entradas de siete imparables y 16 strike outs.
Por su parte, Gurriel estuvo cerca de ser el héroe de la noche. La pizarra se había llenado de ceros hasta el sexto episodio, y entonces le tocó batear a él con David Robertson en el montículo rival, un out y los ángulos cuajados. Mejor imposible, pues vació las almohadas con tubey por la raya del izquierdo sobre una curva en la zona interior a 82 mph.
Quinto en el line up, antes de eso había fallado par de veces ante Sonny Gray con rodado a la antesala y ponche, y más tarde fue víctima de Chapman en el inning de clausura.
Ahora el espirituano promedia .400 (30-12) en esta etapa del campeonato con tres dobles, un triple, una anotada y cuatro impulsadas.
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