Un vecino de Alamar se juega la vida para llenar el tanque de agua de su casa. El motor de la cisterna de su edificio está roto y él ha agudizado el ingenio, se ha colgado de un tercer piso y de esta forma tan poco convencional espera a que se llene su depósito, utilizando una bomba alquilada y una manguera de grandes dimensiones.
El vídeo lo ha colgado en su muro de Facebook el fotógrafo cubano Alaín Gutiérrez. La escena ha ocurrido enfrente de la casa de su madre, en el popular barrio del municipio Habana del Este. Según explica, en muchas comunidades de vecinos pasan meses con el motor del agua roto porque comprar una nueva bomba "es una tarea titánica". No sólo porque son muy difíciles de encontrar en el mercado sino también porque es mucho más difícil aún reunir el dinero entre todos los vecinos.
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