El propietario de una tienda de armas en la ciudad de St. George, en el estado de Utah, a unos 180 kilómetros de Las Vegas, reconoció haberle vendido una escopeta al autor de la masacre en el concierto de Jason Aldean, donde murieron unas 59 personas y más de 500 resultaron heridas.
Según recoge un reportaje de ABC News, Stephen Paddock adquirió el arma de forma legal a principios de este año en la tienda Dixie Gunworx, propiedad del emprendedor Chris Michel.
"Lo reconocí inmediatamente. Él ha estado en mi tienda... le vendimos una escopeta", dijo Michel, quien recuerda haber entablado conversación con Paddock en febrero.
El presunto autor del tiroteo le comentó al propietario algunos detalles de su llegada a Las Vegas. Michel explicó a ABC que siempre habla con los compradores para tener información sobre ellos.
"(Paddock) no provocó ninguna alarma, no pensé que hubiera ningún un problema con él. Entró, quería un arma de fuego, sabía exactamente lo que estaba buscando. Sólo quería una escopeta", señaló.
Michel dijo que sentía un profundo sentimiento de culpa, a sabiendas de que el arma que vendió pudo haber sido utilizada por Paddock cuando abrió fuego contra unas 22 mil personas desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay el pasado domingo en la noche.
“Es un sentimiento de culpa porque (…) ¿hay algo que pude haber hecho (para prevenir la masacre)?”, se pregunta.
Reportes preliminares revelaron que Paddock contaba al menos con 19 armas (automáticas y semiautomáticas) en la habitación del Mandalay. Las autoridades que llevan el caso han informado que el sospechoso poseía un total de 47 armas, entre las recuperadas en la escena del crimen y las encontradas en sus casas en Mesquite y Reno, Nevada.
Paddock era dueño de una amplia colección que incluía pistolas, rifles de asalto y escopetas, adquiridas en cuatro estados diferentes.
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