La grave afectación avícola derivada del paso del huracán Irma por Cuba, ha traído como consecuencia que la producción de huevos haya disminuido notablemente en el país durante las últimas semanas.
Tras el paso de Irma, se cifró en más de 600 el número de granjas avícolas que sufrieron graves destrozos, y en más de 10 mil el número de gallinas que murieron.
Por ese motivo, el pasado 26 de septiembre el Ministerio de Comercio Interior ordenó la racionalización de los huevos en la capital cubana y en los municipios más afectados por el paso del huracán.
No solo se suspendió la venta “liberada” (no racionada) de huevos, sino que se están vendiendo cinco huevos a 1,10 pesos en moneda nacional y no al precio subsidiado (a 15 centavos en moneda nacional).
El tema es delicado porque el huevo es la proteína básica que consumen los cubanos, y especialmente aquellos que tienen un poder adquisitivo más bajo y que no se pueden permitir comprar más pollo, carne de cerdo u otras proteínas de más difícil acceso.
En este reportaje ―difundido por Cubanet― un grupo de vecinos da su opinión sobre este asunto. Todos los entrevistados coinciden en que la situación después del huracán es todavía más complicada en lo relativo a la alimentación, y que es necesario que se vea que se reparte en las calles las donaciones llegadas de otros países.
Sin embargo, lo cierto es que tras el paso del huracán Irma en todo el país se habilitaron 900 puntos de venta de comida "a precios módicos".
Mientras tanto, los revendedores habituales de huevos ya no pregonan por las calles por temor a las autoridades, que han anunciado que quienes incurran en esa ilegalidad serán severamente castigados.
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