Tras la decisión de suspender indefinidamente la tramitación de visados desde la embajada de Estados Unidos en La Habana y de retirar el 60% del personal diplomático en la capital cubana, decenas de personas se agolparon en “el parque de los lamentos”, cerca de la Embajada norteamericana en La Habana, en búsqueda de una explicación para su caso.
Quienes hubieran recibido el otorgamiento de sus visas y estuvieran ya citados previamente se les aseguraba serían atendidos y obtendrían su correspondiente visado; al resto de las personas les fue dicho, por dos funcionarias de la embajada, que deberían estar pendientes de toda la información que se publiquara en la web oficial.
“Hay mucho dinero, todo el mundo tiene familiar” comentó sobre las medidas un cubano residente en Estados Unidos.
"Pensar que no puedes ir a ver a tu familia es una cosa terrible", se lamentaba en días recientes una jubilada de 74 años, Xiomara Irene Louzado, que planeaba una visita Estados Unidos para ver a su hermana y sobrinos.
Desde la Embajada, por su parte, aseguran que se han “suspendido la mayoría del procesamiento de visas en La Habana. Los cubanos podrán aplicar para visas de no inmigrante en otras embajadas o consulados de Estados Unidos fuera de Cuba".
Las drásticas decisiones del gobierno norteamericano, que incluyen expulsión de más del 60% de los diplomáticos en Washington, llegan después de que 16 diplomáticos estadounidenses y 5 canadienses sufrieran 'ataques acústicos' de naturaleza y origen aún no determinados que les dejaran diversos síntomas físicos, como "pérdida de la audición, mareos, tinnitus, problemas de equilibrio, quejas visuales, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades con el sueño".
"Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos en Cuba, nuestra embajada será reducida a personal de emergencia para minimizar el número de funcionarios expuestos al riesgo", aseguró el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, en un comunicado.
Estas medidas constituyen, por su parte, un claro retroceso en las relaciones entre ambos países restablecidas bajo el mandato de Barack Obama.
Por el momento, aún sin saberse con certeza cuáles son los "asuntos consulares y diplomáticos esenciales" que se atenderán desde la embajada en La Habana, muchos cubanos se encuentran ante la incertidumbre de saber si podrán efectuar su deseado viaje al vecino país del norte.
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