Siempre con una amplia sonrisa en su bello y moreno rostro, ágil en su andar, esbelta como cuando se adueñaba de las canchas, moderna y sencilla en su vestir, Dalia Henry es la actual comisionada nacional del deporte de las cestas en Cuba.
Madre de dos lindos niños: Amanda -que roza los añorados 15 y es estudiante en la Escuela Elemental de Danza-, y Yoikel Daniel, de 10, futuro taewandoka que transita por el quinto grado, la Henry nos habla de su feliz vida, no exenta por supuesto de dificultades y añoranzas por los que ya no están, pero empinada mirando con confianza el futuro.
“Nací el 14 de junio de 1965 en la capital, hija de Rosa y Alfredo. Cuando vi una cancha en Luyanó, la Pepe Barrientos, nunca presumí de que eso fuera lo mío. Nunca me llamó la atención el básquet y es que empecé en la gimnástica que era mi gran ilusión.
”Mi hermana mayor, Barbarita, era la basquebolista y yo, al terminar las clases, la esperaba para regresar juntas a la casa. Ahí surge Omar Lozano, quien después de mucho esfuerzo, se convirtió en mi primer entrenador. Si digo que aún sonrío pensando en cómo él me enamoró para que jugara... Me daba el balón, me decía "cuídamelo" y así poco a poco empecé a hacer mis pinitos hasta que el bichito del baloncesto penetró en mí.”
Es entonces que Dalia abandona la gimnástica (hoy gimnasia artística) y se vuelca de lleno en la cancha de básquet. Desde esa área de Luyanó en el municipio capitalino de 10 de Octubre, intervino en los Juegos Escolares Nacionales, en la categoría 11-12 años, y en cuanto juego inter- barrios fuera celebrado. (Práctica lamentablemente desaparecida, de ahí el descenso de este deporte en el país porque sin base, sin masividad, ¿qué super estructura vamos a tener?)
“Corría el año 1977 cuando entro en la EIDE “Mártires de Barbados” y de ahí pasé a la ESPA nacional “Giraldo Córdova Cardín” que en aquellos tiempos estaba en el municipio Playa. Ya esto fue en el 1979.
“Ese propio año participo en el Torneo Esperanzas Olímpicas en Corea del Norte, donde fui seleccionada en el quinteto ideal o todos estrellas. También jugué en el Panamericano y Mundial Juveniles, ambos torneos en Estados Unidos en 1980.”
Un año después, por esos magníficos resultados, y aunque Dalia no era una alta jugadora, la capitalina pasa a formar parte de la preselección nacional de mayores como juvenil hasta que en el 82 ya fue matrícula oficial del Centro Nacional de Alto Rendimiento Cerro Pelado.
“Estuve nada más y nada menos que 19 años en el equipo pues dije adiós a la alta competición en el 2000. Estuve 15 de ellos como capitana: me eligieron en 1985. Me desempeñé en varias posiciones: alero, defensa atacadora y cuando se necesitaba era base (defensa organizadora).”
Me desempeñé en varias posiciones: alero, defensa atacadora y cuando se necesitaba era base (defensa organizadora)
Dalia Henry vivió la época de oro del básquet cubano para damas. Integró el conjunto bronce Mundial en Malasia 90 y el que quedó cuarto en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en aquel dramático juego contra las estadounidenses que bien hubiera podido ser nuestro.
“Yo recuerdo ese encuentro con mucho dolor. El equipo estaba en forma óptima. Le ganamos en tiempo extra a Brasil, vencimos a Rusia, en la clasificatoria; en el pase al oro caímos ante China, un equipo al que días antes en un entrenamiento le habíamos sacado 20 puntos.
“El bronce ante Estados Unidos se nos escapó ante un arbitraje que rozó lo pésimo, totalmente parcializado para las norteñas.
“Otra cosa fue en el Mundial de Malasia. Doña Leonor (la estelarísima pivot Leonor Borrel), la Lupe León (una atacadora como pocas) , Beatriz Perdomo (jugadora de cambio efectivo entre las defensas), Reglita Hernández (formidable 2, o sea, una defensa atacadora de altura), las centros Yamilé La Peca Martínez que ya empezaba, y Gertrudis Gómez, y yo como defensa.
“Todas comandadas por ese grande, super técnico que es Manuel Pérez, el Gallego. Ahí no hubo casualidad y ha sido la única ocasión que nos colamos en un podio mundial”.
A propósito de tantos nombres se hace nevitable la pregunta de cuál es el equipo ideal para Dalia Henry en toda la historia del básquet damas cubano.
“En buen lío me has metido, pero bueno; serían Leonor como 5 o pivot; Yamilé , 4-5; Reglita Hernández, 3; Margarita Skeet, 2 y Lissette 'la Ardilla' Castillo, uno o base Caridad Despaigne, una reconocida pivot podría perfectamente estar entre ellas pero solo son 5. Y por supuesto, el Gallego de DT”.
Otros eventos gozan del mejor de los recuerdos de la eterna capitana y uno de ellos fueron los Juegos Panamericanos de Winnipeg 99, cuando ganaron el oro y pasaron por encima de las grandes del continente como Brasil, Estados Unidos, Canadá.
Sobre su nueva faceta de comisionada nacional también comenta Dalia Henry.
“La masividad de antes brilla por su ausencia, pero además carecemos de mujeres altas y así no podemos ni acercarnos a la élite mundial, en la cual en primerísimo puesto están las jugadoras de la WNBC (liga profesional femenina del básquet estadounidense), las europeas, las chinas, todas con basquebolistas altas y fuertes. No hay quien les pueda jugar debajo de las tablas.
“Pero además, nuestras jugadoras llegan al Cerro Pelado con serias lagunas tácticas y técnicas. O sea, hay que comenzar a enseñarlas cuando ya eso tenían que haberlo sabido en edades tempranas. Al equipo nacional no se viene a aprender”.
Nuestras jugadoras llegan al Cerro Pelado con serias lagunas tácticas y técnicas. O sea, hay que comenzar a enseñarlas cuando ya eso tenían que haberlo sabido en edades tempranas.
Pero hablemos también un poco de los varones. Por muchos años, la LSB (Liga Superior de Básquet) disputó la preferencia de la afición con el béisbol. Había que ver aquellos espectaculares donqueos y robo de balones de Lázaro Borrel, el Ninja Caballero, el Helicópetro Básquet, los hermanos Herrera, el Flecha Amaro. De eso no queda nada, pues aunque después vino la etapa de los Búfalos Avileños con los Capitalinos, en estos momentos ni siquiera clasifican a los plays off.
“Pues no estoy de acuerdo en eso contigo. No serán los avileños y los capitalinos, pero hay calidad en pinareños, actuales monarcas, santiagueros, matanceros. Ahora son más los que lidian por el podio. Hemos elevado la estatura del seleccionado nacional varonil. Tenemos casi 20 jugadores entre el 1,97 y los 2,02 metros; por supuesto, unos mejores que otros, pero con estatura, algo que como te dije no tienen las mujeres. Se vio competitividad, amor, entrega a la camiseta. Los jóvenes se robaron el show.
“Hemos tenido dificultades con las categorías pioneriles, estamos exigiendo que se recobre la masividad que es en definitiva de donde salen los talentos. Promovemos campeonatos largos en todas las categorías, ¿dónde se ha visto una justa de una semana? Así nunca saldremos adelante.”
Estamos exigiendo que se recobre la masividad que es en definitiva de donde salen los talentos
Que me disculpe mi amiga de tantos años pero yo que seguí la LSB no vi ni el nivel ni la clase de la que ella habla. Pinar fue campeón, sí, pero con serias deficiencias, y ni qué decir de los matanceros del destacadísimo ex jugador Allen “la Máquina” Jemmont.
“Lo otro que nos golpea para rescatar esa calidad de la que hablas son los topes internacionales. Es cierto que tenemos jugadores en ligas en América, pero aquellos topes de las muchachas en China ya no existen (no nos invitan de tanto que se ha bajado en calidad). Estamos tratando de hacer convenios con Argentina para jugar y entrenar allí.
“¿Algo positivo?: hemos logrado disponer de una buena base material, hemos repartido balones por toda la Isla; sin embargo, y aunque nadie pueda creerlo, no tenemos básquet en los CEAR, o sea, en los centros de alto rendimiento para juveniles, y si no podemos enseñarlos a esas edades, ¿qué hacemos?”
Entonces, me pregunto yo, ¿qué hacemos con que aparezcan jóvenes altos si no reciben las nociones básicas para desempeñarse en una cancha?
“Buscamos alternativas hasta ver si los que tienen que razonar lo hacen. Las alternativas son trasmitirles conocimientos, concentrarlos en sus respectivas provincias, celebrar campeonatos de verano, competir por zonas, incrementar a dos las sesiones de entrenamiento. Todo esto debe comenzar este agosto. Ahí veremos los resultados y podremos exigir nuestro espacio en los CEAR.”
La Dalia Henry que he conocido de toda mi vida se multiplica en la actualidad. Como comisionada nacional, prácticamente su vida es un balón.
“Estoy desde febrero en esta responsabilidad y es como si día a día entrenara o jugara en un tabloncillo. No paro.
"¿Que si prefiero ser la jugadora que fui antes que comisionada? Por supuesto que sí. Adoro mi básquet, pero ahora me tocó esto y tengo que sacarlo adelante, junto a unos cuantos entusiastas del deporte de las cestas en Cuba. Verás que lo logramos”.
De veras que buen trecho le queda a la eterna capitana por andar. Ojalá sus palabras y acciones sean recepcionadas por personas inteligentes y que hagan regresar a la cima a los elencos femenino y masculino del básquet cubano.
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