Los más de 1.000 migrantes cubanos que se encuentran varados en Nuevo Laredo (México) viven pensando en cruzar el puente internacional, que lleva a la frontera de Estados Unidos, sin embargo entre la expedición de indocumentados hay muchas madres que viven con un miedo mayor.
En este sentido muchas inmigrantes de la isla temen que les separen de sus hijos al pedir asilo en territorio estadounidense.
El gobierno norteamericano no separa a las madres con hijos menores de edad, puesto que son reubicadas en centros familiares de detención. El problema es que pueden pasar meses hasta que comparezcan ante un juez que decida si les concede el asilo político.
"El hecho de que haya en Cuba exista el comunismo no da derecho a asilo político", alertó Grisel Ybarra, abogada especialista en temas migratorios.
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