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El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, se presentó en Rusia con un ultimátum debajo del brazo: apoyar a la Casa Blanca en el conflicto sirio o respaldar al presidente de Siria Bashar Al-Assad.
Sin embargo, según informó 'El País', este mensaje no ha sentada nada bien en Moscú que, además, ha avisado a Washington que el bombardeo en respuesta al ataque químico a la población es una "violación de la ley que no debería repetirse".
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De esta manera se expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en su encuentro con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, en la ciudad moscovita.
Además el diplomático ruso avisó al representante de la Casa Blanca que descarte la idea de hacer elegir al Kremlin. "No nos pongan en la falsa disyuntiva de estar con vosotros o contra vosotros", aseguró Lavrov.
De esta forma se inició una reunión que pretendía rebajar la tensión desatada entre ambos países tras la muerte el pasado 4 de abril de 86 civiles en la localidad siria de Jan Sheijun, ataque del que se acusa al ejercito sirio.
Putin: "La confianza ha descendido en el aspecto militar"
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, explicó que el nivel de confianza con el ejecutivo norteamericano ha empeorado, especialmente "en el aspecto militar".
"El nivel de confianza no ha mejorado sino más bien ha descendido, sobre todo en el aspecto militar", afirmó el mandatario, en una entrevista concedida al canal de televisión ruso Mir, según reportó la agencia Sputnik.
Para Tillerson el cónclave con su homólogo ruso sirve para "clarificar" las respectivas posiciones y "determinar las diferencias y por qué existen, así como el modo de reducirlas".
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