Nuevo Laredo (México) (EFE).- Los inmigrantes cubanos que se encuentran varados en Nuevo Laredo se manifestaron para pedir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que vuelva a poner en vigor la política migratoria "pies secos, pies mojados".
Más de 350 indocumentados de la isla protestaron frente al puente fronterizo de esta ciudad, situada en el estado de Tamaulipas, y llevaron a cabo una marcha.
En Nuevo Laredo hay más de mil cubanos que se quedaron sin poder cruzar la frontera después de que Barack Obama decidiera terminar, pocos días antes de finalizar su mandato, con la política que permitía a los cubanos conseguir asilo legal.
Los cubanos mostraron durante la marcha pancartas escritas en inglés y español con las que pedían al presidente Donald Trump que les abra la frontera, y portaron la bandera de EE.UU. y la cubana.
También gritaron consignas contra los hermanos Castro y a gritos exigieron "libertad" en la isla.
"No estamos aquí para abandonar nuestros sueños", dijo a Efe Rey Sánchez, uno de los migrantes que habló a nombre de "los miles de cubanos que están varados en Colombia, Panamá y México".
Agregó que su objetivo es llegar con los miembros de sus familias que se encuentran en EE.UU., después de haber pasado "peligros" durante una larga trayectoria.
"Incluso fuimos violados, extorsionados y asaltados", aseguró Sánchez, quien no obstante expresó su agradecimiento a los ciudadanos de México por su solidaridad y apoyo al pueblo cubano.
Los cubanos que radican en Nuevo Laredo se encuentran viviendo en albergues que cuentan con el apoyo de la Iglesia católica y organizaciones civiles.
Para regularizar su situación en México, el día de ayer el Instituto Nacional de Migración (INM) anunció que brindaron facilidades a cientos de cubanos para que obtengan "su condición de estancia en el país por razones humanitarias con permiso para realizar actividades remuneradas".
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