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El Kremlin ha respondido a los ataques de Estados Unidos a su aliado sirio cortando la línea de comunicación directa que impide las colisiones aéreas. La reacción muestra la disposición de Moscú a enfrentarse a Estados Unidos recurriendo, si es necesario, a una intervención militar. La decisión podría suponer que las aeronaves rusas y estadounidenses se aproximaran unas a otras peligrosamente durante las misiones de combate, lo que eleva el riesgo de choques fortuitos o buscados en los cielos de Siria.
Los aviones y sistemas antimisiles de Siria están muy anticuados pues datan de la época soviética por lo que su alianza con Rusia le permitía acceder a sistemas de defensa y ataque más modernos. El material ruso se encuentra apostado en la base de Latakia, en la costa siria y en la base naval de Tartus.
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Ambas partes ofrecen versiones diferentes
Desde Washington se ha estado acusando a Rusia de no actuar diligentemente para que el régimen de Al Assad destruyera su arsenal químico y que armas de ese depósito fueron utilizadas en el ataque que mató a decenas de civiles en Jan Sheijun esta misma semana.
Por su parte, Rusia afirma que el gobierno de Assad no fue responsable del ataque químico, sino el ataque a un depósito rebelde que contenía este material el que ocasionó las muertes en la zona.
Sea como fuera, este ataque sirvió a Trump de justificación para bombardear una base aérea en Siria, opción que Washington había estado evitando para impedir el choque con las fuerzas armadas rusas.
La relación Rusia-EEUU en estado deplorable
"El presidente Putin cree que los ataques estadounidenses en Siria representan una agresión contra un Estado soberano en violación del derecho internacional bajo un pretexto traído por los pelos", comentó Dmitry Peskov portavoz del gobierno ruso, según el medio citado.
"La medida de Washington asesta un golpe significativo a las relaciones Rusia-Estados Unidos, que ya se encuentran en estado deplorable" aseguró.
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