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El pasado 15 de marzo fue detectado un caso de robo en la unidad gastronómica “Batalla de Ideas”, perteneciente a la Empresa de Comercio, Gastronomía y los Servicios en el municipio Bahía Honda, de Artemisa, unidad encargada de elaborar y distribuir la merienda escolar a las escuelas secundarias Eduardo Panizo Bustos y Pablo de la Torriente Brau de ese municipio.
Tras un inventario de rutina, se comprobó que había algunas irregularidades. En entrevista a CubaNet, una persona que participó en el inventario y quien prefirió el anonimato, dijo que “al realizar la auditoría nos percatamos de un sobrante demasiado grande, por lo que quisimos revisar las facturas originales del cárnico y demás empresas suministradoras, así como los resúmenes de ventas y traslados que se habían efectuado meses atrás en la unidad”.
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Por tal motivo, el administrador de dicha unidad, Rosmel González Izquierdo, fue separado de su puesto de trabajo.
González, junto a Juan Carlos Gutiérrez Díaz o “Juanca”, como lo nombraban los trabajadores y quien fungía como administrador de la secundaria Eduardo Panizo Bustos, manipulaba los ingresos del lugar. “Ya era demasiado el robo”, dijeron algunos trabajadores del centro.
Catalina Kesell Martínez, una de las trabajadoras, dijo que “aquí todo el mundo sabía cómo se hacían las cosas. La mortadela que se compraba a la empresa de cárnicos siempre venía a un costo de 2 pesos (CUP) por cada kilogramo y se le daba una salida alterada en las trasferencias y en las ventas por lo menos a 38,95 y como esto es una unidad subsidiada, todo es por los mismos costos de producción”.
Agregó además que “la revisadora que se encarga de controlar todos los papeles nunca se preocupó por revisar los importes y las cantidades, más bien se ahorraba tiempo haciendo revisiones por arribita”.
Según el reporte de CubaNet, aproximadamente por cada tonelada (1 000 Kg) de Mortadela NOVEL provenientes del Combinado Cárnico Fulgencio Oroz del municipio Candelaria, el saldo de la cuenta 100-100 ascendía a un monto de 2 000 pesos, al darle una salida con el costo de 38,95 se obtenía una ganancia de 38 950 pesos, generando un sobrante equivalente a 948,652 kilos de embutido.
Otra de las trabajadoras, quien prefirió mantener el anonimato, dijo que el rejuego anterior “permitía saldar la cuenta por completo y lo demás quedaba a disposición del jefe, que se lo vendía a paladares o algunos compradores de otras unidades como la carnicería La Paloma”.
Por otra parte, Yunier, el jefe de turno, expresó que “el robo se hacía con todo lo que entraba: queso, salchicha, masa de croqueta y hasta con el pan; pero a lo que más se le alteraban los costos era a los que venían del cárnico y el combinado lácteo”.
En estos momentos, de acuerdo con Euralia Morejón, miembro del Consejo de la Administración Municipal, “ya se abrió un expediente para revisar exhaustivamente los últimos 10 años de operaciones en la entidad y por el momento el responsable es separado de su cargo hasta que no se concluyan las investigaciones y el caso será pasado a las autoridades”.
Con información de CubaNet.
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