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Con otro descomunal performance de Sergio Ramos el Real Madrid superó al Napoli tres goles por uno en San Paolo y se clasificó por séptima temporada consecutiva a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa.
Pese a la cómoda renta de 3-1 archivada en el Santiago Bernabéu, los merengues sufrieron más de la cuenta la visita a predios napolitanos.
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Como mismo ocurriera ante el Villareal hace un par de semanas, Zidane alineó en San Paolo a su once tipo, con la BBC en punta, pero el Madrid naufragó durante varios tramos del primer tiempo de partido, acusando, entre otras cosas, una ausencia total de generación de fútbol.
Tras veinte minutos iniciales de dominio alterno, fue el Napoli quien se adelantó en el marcador por conducto del belga Mertens, que finalizó con categoría una gran combinación con el eslovaco Marek Hamsik a los 24 minutos de juego.
El Madrid tuvo la réplica cinco minutos después, pero Cristiano estrelló un remate en el poste tras una buena maniobra individual.
A partir de ahí comenzó el sofocón napolitano. La ventaja fue agrandando a los de Sarri, que ahogaron con éxito la salida del balón del Madrid al tiempo que comenzaban a sacar petróleo del flanco derecho de la defensa blanca.
Sin profundidad ni juego interior, el Madrid no encontró respuestas a la presión de los locales, que antes del descanso generaron tres ocasiones claras para ampliar la diferencia. Primero fue Mertens con un disparo al travesaño y luego Hamsik exigiendo a Keylor Navas en dos ocasiones casi sucesivas que terminaron desconcertando al propio Zidane, que se marchó a los vestuarios antes del descanso.
El arranque del segundo tiempo fue más de lo mismo. El Napoli creía en la remontada y el campeón defensor aguantaba como podía. Todo eso hasta que apareció Sergio Ramos, que es al Madrid de estos tiempos lo mismo que Juanito al de los años 80.
Solo cinco minutos necesitó el capitán blanco para cambiar el signo de la eliminatoria con sendos remates de cabeza al 52´ y al 57´, ambos a la salida de dos tiros de esquina.
El Napoli tiró de orgullo propio para levantar el partido, pero el valor doble de los goles de visitante lapidaba las esperanzas de los italianos, lo cual fue aprovechado por el Madrid para bajar las revoluciones del choque y sacudirse el dominio local.
Con el Napoli volcado al ataque Álvaro Morata subió al marcador el definitivo 3-1, ya en tiempo de reposición.
Así, el Madrid sigue con vida en su competición fetiche al tiempo que, en la otro choque de la jornada, el Bayern de Múnich volvió a aplastar al Arsenal en el Emirates Stadium, esta vez cinco goles por uno.
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