Vídeos relacionados:
Carlos Martí anunció el line up titular con que Cuba arrancará el Clásico Mundial, y ciertamente (en vistas de que había poca tela por donde cortar) no dejó mucho espacio al debate o la contradicción.
Años atrás habría sido locura. Desde la confección del equipo hasta el orden al bate, la gente daba una puntada aquí, corregía la plana por allá. Sobraban los criterios, y un por ciento de ellos –un alto por ciento- sonaban razonables. Pasaba que las candidaturas eran amplias…
Lo más leído hoy:
Pero ahora es un acto sencillo. Seguro estoy de que Martí no tuvo que devanarse el coco para llegar a varias conclusiones que, atendiendo a las fuerzas bajo su mando, se caían de la archiconocida mata.
Roel Santos, primer bate. El granmense lo fue en la novena que se coronó en la Serie Nacional, y también en el grupo que asistió a la Serie del Caribe. Además, ha sido de los mejores bateadores en la gira asiática. ¿Alguien en contra?
A falta de un pelotero natural para asumir esa función, Alexander Ayala estará como segundo. Y el gran Frederich Cepeda –faltaba más- será tercero, con Alfredo Despaigne y William Saavedra por detrás. Nada que discutir.
El sexto bate puede haber sorprendido, porque muchos pensamos que la plaza iba a ser para Carlos Benítez. Mas ocurre que Yurisbel Gracial lució mejor en la preparatoria, y el mentor optó entonces por invertir el orden de ambos en la línea ofensiva de la escuadra. Esto es, Gracial en el sexto peldaño; Benítez, en el séptimo.
Habida cuenta de que en todos los cálculos el noveno madero sería el jardinero derecho –daba igual si el patrullero designado era Víctor Víctor Mesa o Yoelkys Céspedes-, solo existe una manzana (un pedazo de manzana) para la discordia, y es el octavo turno.
Me explico. Si Frank Camilo Morejón tiene espacio entre los abridores, está clarísimo que ese es su lugar en la alineación cubana. Ahí no hay controversia. Donde sí florecerán las discrepancias es en el hecho de que el máscara habanero juegue por encima de un slugger como Yosvani Alarcón.
En este caso, el alto mando insular prefirió privilegiar la defensa sobre la ofensiva, a sabiendas de que ya es tradición que nos cueste fabricar carreras en eventos internacionales. Todo indicaba que Alarcón se encargaría de abrir los encuentros, y a la altura del último tercio Morejón saldría a defender los marcadores favorables apretados. Pero Martí no lo entendió de esa manera.
¿Será que los propios lanzadores lo solicitaron? ¿Tan mal andará el receptor de Las Tunas, que viene de varios meses sin jugar debido a una sanción? ¿Podrá Morejón aportar algo más que la custodia efectiva del home plate?
Las respuestas empezaremos a saberlas desde el martes.
Archivado en: