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Como el nuevo presidente estadounidense Donald Trump ha dicho en algunas ocasiones que podría cambiar el estado de las relaciones entre Washington y La Habana, algunas personas se apuran para acaparar tabaco cubano antes de que un retroceso diplomático sucediese.
Tal es el caso de Paul Segal, aficionado al tabaco cubano y quien escribe un blog sobre la temática. Segal dijo a Reuters: "Este podría ser el último viaje en el que puedo llevar habanos". Y agregó: "Hasta ahora sólo tengo unas 10 cajas, pero me quedan cinco días para volver a casa".
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Fue en el mandato del expresidente Barack Obama, luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas con la Isla y en su último paquete de enmiendas, cuando se permitió a los viajeros estadounidenses importar a su país la cantidad de tabacos que quisieran para consumo personal.
El propio Segal dijo en su blog que adquirió 25 cajas el año pasado, poco después de que el expresidente Barack Obama levantara los límites sobre la cantidad de ron y tabaco que los estadounidenses podían entrar al país.
Por años, a causa del embargo económico impuesto por Estados Unidos, Cuba no puede comercializar sus famosas marcas de tabaco con ese país, que es el mayor mercado mundial de puros.
Han tenido, sin embargo, que importarlos desde países como Honduras, Nicaragua o República Dominicana.
Según Rene Castañeda, jefe de operaciones norteamericanas del fabricante de puros suizo Villiger, esta importación sin regulaciones ha afectado el mercado estadounidense: "Estamos viendo más puros cubanos en Estados Unidos que nunca, y eso está golpeando las ventas de cigarros no cubanos", dijo.
Todo es una gran cadena: al permitir la compra de tabaco y ron en la Isla, muchos son los que la visitan para probar el puro cubano. Cada día se ven las calles de La Habana atestadas de turistas. Esto, indudablemente, beneficia los ingresos de la industria cubana de tabaco y el turismo.
La empresa mixta cubano-española Habanos S.A. dijo haber facturado en 2016 un total de 445 millones de dólares, lo que significa un incremento del 5 % respecto al año anterior.
Indudablemente, la fama del tabaco cubano en el mundo atrae a las personas. La calidad y el gusto del puro cubano se diferencian del resto. Mientras Trump no lo prohíba, los turistas estadounidense seguirán volando a Cuba y repletando sus maletas de tabaco y ron.
Con información de Martí Noticias
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