Cinco meses después del fatídico accidente que costó la vida al pelotero cubano de los Marlins José Fernández, su madre, Maritza Gómez, acudió al lugar donde se produjo el trágico suceso.
Sola, con aspecto serio y algo cabizbaja, la madre del pelotero recorrió el muelle de South Beach, el lugar donde perdió la vida su hijo.
Fernández murió mientras esperaba una hija, que cuando nazca se convertirá en el regalo póstumo del joven pelotero a su familia que, desde hace unos días se encuentra inmersa en un conflicto judicial por la herencia del deportista.
Los familiares de los dos ocupantes que viajaban en la embarcación el día del accidente y que también fallecieron exigen, por su parte, una indemnización a la familia de Fernández.
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