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El nuevo contexto político creado en Estados Unidos, después que ha asumido la presidencia el republicano Donald Trump, es un tema que preocupa a las aerolíneas estadounidenses, que el pasado año reiniciaron vuelos directos con Cuba tras varias décadas.
Quienes están a favor de los viajes a Cuba enfrentan, en este 2017, importantes retos y preocupaciones. Y es que, cualquier medida que se decrete a partir de ahora y que suponga echar atrás la política hacia Cuba iniciada por Barack Obama, podría suponer una disminución en la cantidad pasajeros y por tanto una caída en los ingresos de las aerolíneas, según indica un reportaje publicado en el sitio digital The Hill.
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John Kavulich ―presidente del Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba― considera que, por ese motivo, las aerolíneas van a redoblar este año sus esfuerzos para convencer al presidente Donald Trump para que mantenga vigente la política de viajes hacia Cuba.
Y añadió, en referencia a las aerolíneas:
"El año pasado estaban entusiasmadas con el potencial de obtener cada vez más", y "Este año están histéricas por perder lo que tienen".
Kavulich también destacó que “Las aerolíneas no van a dejar de favorecer las relaciones con Cuba, pero cambiarán su estrategia y en lugar de buscar mayores concesiones, se centrarán en preservar lo que ya han logrado”.
Este un hecho que en este 2017, los defensores de los viajes a Cuba y las aerolíneas se esforzarán por mantener las ventajas alcanzadas, pero siempre en medio del temor sobre el futuro incierto de las relaciones de EE.UU. con la Isla.
En febrero de 2016, Estados Unidos y Cuba firmaron un acuerdo que permitió reanudar los vuelos comerciales directos entre ambos países, suspendidos medio siglo antes. Entre las compañías beneficiadas se encuentran JetBlue Airways, American Airlines, United Airlines, Southwest Airlines y Alaska Airlines.
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