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Las autoridades deportivas cubanas están analizando eliminar la insólita sanción al boxeador cubano Lázaro Álvarez por teñirse el pelo de rubio que le impidió participar en el 55 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón y lo sacó de la lista de los mejores atletas del año en Cuba.
Una fuente cercana a la Comisión Nacional de este deporte dijo a CiberCuba que están considerando echar atrás esta medida que le impide al tricampeón mundial de los 60 kilogramos competir en los próximos seis meses.
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La penalización fue tomada por la Federación Cubana de Boxeo (FCB) que no la informó a la filial del INDER en Pinar del Rio según el comisionado de ese deporte en la provincia, Carmelo Hidalgo, en declaraciones al periódico provincial El Guerrillero en las que dijo sentirse “indignado” por la medida y señaló que es el “reflejo del carácter ambiguo y la poca uniformidad de los reglamentos disciplinarios del deporte cubano”.
“Aunque desconozco el reglamento interno que rige a la Escuela Cubana de Boxeo, en reiteradas ocasiones he visto cómo boxeadores de todas las categorías usan tatuajes, aretes o cortes de pelo a veces extravagantes, sin que ello les haya acarreado alguna amonestación”, dijo.
“La medida tomada con Álvarez es el reflejo del carácter ambiguo y la poca uniformidad de los reglamentos disciplinarios del deporte cubano, donde un atleta es castigado por meses por cambiarse el color de pelo y otro solo a pagar una multa o quedarse fuera por varios juegos tras arremeter contra el público o los árbitros”, agregó en una clara alusión a ciertos managers en el béisbol que hacen mella en la autoridad de los directivos del deporte nacional.
La sanción a Álvarez le impidió a Pinar del Río obtener un puesto en el Girón que respondiera a sus posibilidades reales en la competencia. El púgil en cuestión no ha dado declaraciones sobre el hecho y sigue entrenando para participar en el fuerte ciclo competitivo del próximo año, confiado quizás en que la determinación en su contra dure lo que un merengue en la puerta de un colegio.
Varios técnicos consultados coincidieron en que este hecho ocurre en medio de una crisis del deporte cubano que no está para darse esos “lujos” de perder deportistas por decisiones increíbles.
Aunque el funcionario pinareño asegura que en el espectro disciplinario del boxeo se aceptan los tatuajes, CiberCuba ha conocido de quejas de entrenadores que critican que muchos jóvenes se han alejado de los gimnasios por prohibírseles tener estas marcas en su anatomía. En una especie de ley no escrita: por tatuajes visibles la Federación Cubana de ese deporte ha excluido a pugilistas desde los años 70 por la percepción de marginalidad que se tenía sobre los mismos, pero los tiempos han cambiado.
El emblemático comisionado nacional de boxeo de aquellos años y ex campeón nacional y entrenador destacado, Waldo Santiago, reconoce que bajo su mandato se impuso esta medida a tono con el contexto social, pero que se ha mantenido con los años.
“Nunca se ha abordado el tema en la prensa pero son decenas los muchachos que se pierden porque son descartados por los entrenadores en los gimnasios de base”, dice a CiberCuba, Nando Mestre, un ex púgil villaclareño que ha brindado asesoría extrafrontera, y que forma talentos en la arena Rafael Trejo de La Habana Vieja.
Se han dado casos de que a la hora del pesaje un boxeador ha sido derrotado no por sus libras de más sino al develar tatuajes en su piel.
En contraste, la prensa local ha destacado los tatuajes en importantes figuras del deporte mundial como el del futbolista Diego Armando Maradona que muestra al Che Guevara en su hombro derecho y al de Fidel Castro en su pierna izquierda.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro los principales clavadistas compitieron con los tatuajes de los cinco aros olímpicos en sus brazos. Idalis Ortiz ganó su medalla en Judo en la cita carioca con una cabellera multicolor pintada con los colores de la bandera cubana. Aunque antes fue amenazada por organizadores del torneo olímpico de quedar descalificada por los tintes en su pelo.
Así que en cualquier parten cuecen habas.
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