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En Cuba, los trabajadores de la construcción dedicados a labores exteriores de rehabilitación de edificios en alturas, también conocidos como alpinistas, se exponen a graves riesgos cuando las instituciones que los contratan no verifican ni garantizan los estándares básicos de seguridad.
Lo que para muchos ya es tan común que pasa desapercibido en la vertiginosa dinámica urbana de La Habana, fue denunciado hoy por un grupo de jóvenes emprendedores cubanos, devenidos profesionales de primer nivel en el alpinismo con propósitos de remodelación y rehabilitación de inmuebles.
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A través de su página en Facebook, el Servicio Especializado en Alturas (SEA), publicó instantáneas que captan el momento en el que un trabajador de la construcción, con el fin de pintar las ventanas exteriores del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), se cuelga a más de 20 metros de altura de una cuerda cuyo extremo está limitado únicamente por una tabla rústica de madera.
En Cuba Todos quieren ser alpinistas! Aquí mostramos lo que mal llamamos "alpinista", muchas personas le dicen héroes!...
Posted by SEA.Servicio Especializado en Alturas on lunes, 26 de septiembre de 2016
“Aquí mostramos lo que mal llamamos "alpinista", muchas personas le dicen héroes, y da lástima que no exista conocimiento de la locura a la cual se exponen”, comentó SEA en las redes sociales.
El obrero no está protegido con arneses ni con casco, elementos de obligatorio cumplimiento para realizar este tipo de operaciones en las alturas; ello representa una violación de las normas de seguridad laboral, que exigen los equipos y medios de protección personal para hacer del ambiente de trabajo un espacio libre de accidentes.
“Un operario a más de 20 metros de altura, sin cuerda de seguridad, sin casco de protección, sin un arnés De acceso mediante cuerdas, utilizando dispositivos deportivos no normado ora este tipo de trabajo, sin conocimientos de cuerdas. No puede ser un héroe o un alpinista! Más bien es un gran irresponsable”.
Para el grupo SEA, la responsabilidad recae además en las instituciones que no exigen ni garantizan un ambiente seguro para esta riesgosa labor. “Es triste saber que aún hay empresas que contratan a personal no profesional para este tipo de trabajos de riesgo”, acotó.
“Es necesario hacer crítica al no cumplimiento de las normas de seguridad y es necesario criticar a los centro empresas como ICRT por contratar a personas no aptas para dicho trabajo”, sentenció la publicación.
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