“Soy un soldado” dijo Eusebio Leal sobre “cambio de mando” de Habaguanex

El Historiador de La Habana, Eusebio Leal, respondió que era “un soldado” y “no soy dueño de nada” y mostró su acuerdo en decisiones que consideró atemperadas a las “nuevas situaciones” del país, al preguntarle una periodista extranjera en torno a comentarios del paso de Habaguanex S.A., empresa creada y dirigida por él, al Grupo Administrativo Empresarial de las FAR.

Habaguanex S.A, se encargaba de administrar los proyectos en el centro histórico de La Habana.

Leal respondió preguntas durante una hora en un encuentro con el público en el centro cultural “Pabellón Cuba” en el corazón del popular barrio de el Vedado.

Fustigó la tendencia de utilizar símbolos patrios fuera del marco de la tradicional solemnidad y dijo estar en contra de que “la enseña nacional se use como delantal”.

Aunque no mencionó una actividad específica pareció que su mensaje estaba dirigido a ciertos espectáculos artísticos del sector turístico en bienvenidas a turistas extranjeros, sobre todo estadounidenses.

Su opinión se produce también tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro donde se difundieron con frecuencia diversas imágenes de celebraciones con la bandera, algo muy común entre los deportistas del mundo.

En la reunión, donde pasó revista a su vida, habló de su reciente enfermedad, que no identificó, y aseguró “por suerte el gran peligro pasó”. “Muchos rumores…Preferí la incomunicación durante un tiempo para evitar esas especulaciones” comentó.”Ahora lo importante es que todo ha coincidido a mi favor” señaló el también parlamentario sin precisar qué dolencia lo aquejó.

“Patria es donde se está moralmente no físicamente” dijo, un concepto ajustado a la actual visión oficial sobre la emigración

Refirió, cuando se le pidió su opinión del presente y futuro de la sociedad cubana, que en todas partes existen la caballería y la infantería, y “hay que luchar para montarse en el caballo”.

En el salón, que resultó pequeño para esta convocatoria, Leal confesó que estuvo a punto de cancelar su comparecencia “por un dolor agudo” que sufrió horas antes pero no podía incumplir con este con este compromiso con el público donde se notó con buen ánimo y un discurso ameno en el que intercaló varias bromas.