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José Castelar "Cueto", conocido tabaquero cubano famoso por haber obtenido cinco veces el premio Guinness, ha superado su marca de 81,80 metros, tras 8 días de labor para conseguir elaborar el tabaco más grande del mundo, tarea en la que sigue trabajando.
De momento, el tirulo o bunche (tabaco desprovisto de capa) ya sobrepasa los 100 metros de longitud, con lo que Cueto conseguirá su sexto récord Guinness, después de haber logrado el quinto en 2011, recoge hoy el sitio Cubadebate.
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Además de sobrepasar su marca y llegar a los 100 metros, Cueto ha disminuido en dos días el tiempo que empleó la última vez para alcanzar el récord Guinness.
Por el momento, el tabaquero cubano, de 72 años, ha empleado unos 80 kilogramos de materia prima, al mezclar hojas de tipo ligero (da fortaleza al sabor del tabaco), seco (aporta el aroma) y volado (posibilita la combustibilidad).
El torcedor enfrenta ahora la parte de enrollar las hojas de capa en la tripa de su supertabaco.
Para lograr un buen acabado, Cueto debe seleccionar con especial cuidado las hojas de capa, para lo que debera tener en cuenta su textura y brillo,
Posteriormente cortará las hojas con su chaveta, con la que preparará el vestido final del tabaco.
Una vez preparada la hoja de la capa, deberá colocarlas perfectamente, de forma que queden lo más sujetas y estiradas posible, para hacer fumable su tabaco gigante, detalló René Valdés Miller, su principal colaborador.
Cueto tiene previsto trabajar la llamada perilla (porción que cubre la punta cerrada del tabaco) en algún momento de esta semana.
Será en esa fecha en que procederá a medir la longitud total de lo que debe ser su sexto registro mundial del presente siglo.
Este torcedor obtuvo su primera marca mundial en el libro Guinness al elaborar un tabaco de 11,4 metros en el año 2001; el segundo lo estiró hasta 14,86 metros, en 2003; al siguiente le dio un tamaño de 20,41 metros en 2005, y el cuarto lo alargó hasta 45,38 metros en 2009, antes del de 81,80 metros de 2011.
El tabaquero fue visitado recientemente en el escenario donde realiza su hazaña: la antigua fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, por Anthony Henderson, quien es responsable de la sección política y de publicidad de la Embajada Británica en La Habana.
Esa sede diplomática es la única entidad facultada en Cuba para certificar la veracidad de una labor merecedora del Premio Guinnes.
A fines de noviembre de 2011, al entregarle oficialmente su quinto certificado Guinnes, la entonces embajadora en La Habana del Reino Unido, Dianna Melrose, afirmó que "las torcidas de Cueto prestigiaban mundialmente a Cuba y a su tabaco y posibilitaban atraer turistas a la Isla".
Cueto es asistido en su megatorcedura por casi un centenar de personas, quienes ocupan lugares paralelos a las mesas a través de la cual se extiende su tabaco, a lo largo de 10 pabellones de la fortaleza militar habanera.
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