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Hace años que Cuba viene librando una guerra contra las ilegalidades urbanísticas, sin embargo, parece ser la historia interminable.
Aunque en el 2015 se erradicaron en La Habana 13 707 ilegalidades urbanísticas, la mayor cifra de los últimos cinco años, lo cierto es que quedan muchas insatisfacciones y trabajo por hacer, según declaró meses atrás el director provincial de Planificación Física.
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Un reportaje publicado hoy por el diario Tribuna de La Habana indica que este 2016 no van muy ejemplar en el tema, e insiste en destacar que la capital está lejos de figurar entre las cimas del enfrentamiento contra las ilegalidades urbanísticas.
De hecho, según destaca esa publicación, del inventario inicial de quebrantamientos ―realizado en el 2012― todavía restan por eliminar casi 54 000 transgresiones.
Al cierre de mayo, en La Habana se habían erradicado aproximadamente 3 600.
Según ha destacado Alenia Velázquez Trotman ―Inspectora Superior de Enfrentamiento (Instituto de Planificación Física, IPF)― las principales infracciones siguen siendo las construcciones y ampliaciones de viviendas sin la debida autorización.
No obstante, a ellas se suman las construcciones ilegales hechas en edificios multifamiliares y también las construcciones precarias e ilegales en zonas periféricas.
Al explicar las causas que han provocado un insuficiente avance de las detecciones, la especialista se refirió a la “inestabilidad de cuadros”, inspectores y técnicos a nivel de municipio y de Consejo Popular.
Además de los elementos citados, mencionó la baja imposición de multas, la lentitud de la población en la obligación de ejecutar las demoliciones indicadas, y la falta de cooperación entre los diferentes actores de la comunidad.
Tal vez debiera haber estado entre las causas indicadas por la funcionaria ―y no estuvo― el elevado nivel corrupción y corruptibilidad de un sistema de inspección donde el soborno sigue desempeñando un importante papel.
La funcionaria sí indicó que, del total de trasgresiones acumuladas en la capital, unas 10 000 corren a cargo de entidades administrativas y personas naturales en terrenos del Estado, un tema que preocupa a directivos y funcionarios del Instituto de Planificación Física.
La indicación y el propósito es avanzar, aunque sea así, poquito a poco, aunque más velocidad no vendría mal.
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