Vídeos relacionados:
Según confirmaron funcionarios de Islas Caimán, un migrante cubano que formaba parte de un grupo de 13 balseros que entraron en aguas de ese país el martes 12 de julio a las 6:30 de la tarde (hora local), optó por desembarcar en Cayman Brac.
El grupo ―compuesto por 9 hombres y 4 mujeres― tenía como propósito llegar a las costas norteamericanas y viajaban a bordo de una balsa de madera de aproximadamente 20 pies, según ha informado una web del gobierno de ese país.
Lo más leído hoy:
A su llegada fueron recibidos por las autoridades locales. El grupo partió de Cayman Brac en el día de hoy, después de haber expresado el deseo de continuar viaje, con la excepción del citado migrante que decidió no continuar, y se quedó en la Isla.
A pesar de que las personas que llegan de tal manera son detenidos en espera de un proceso de repatriación, el Gobierno de las Islas Caimán es responsable de asegurarse de que son capaces de acceder a los recursos necesarios para la salud y el bienestar durante su detención. Eso incluye alimentos, ropa y tratamiento médico.
Los funcionarios de inmigración han insistido en afirmar que el derecho internacional prohíbe a Islas Caimán facilitar la migración ilegal, y por ese motivo la población tiene prohibido auxiliar a los migrantes ya sea por tierra o por mar, darles alimentos, vivienda, transporte u otros tipos de ayudas.
Quienes violen esa ley se exponen a ser penalizados con multas y sanciones de hasta 7 años de prisión.
La enorme afluencia de balseros cubanos en los últimos meses hacia Estados Unidos no deja de traer historias singulares: primero fueron los llamados "balseros del faro", cuyo drama no parecer haber acabado; hace apenas unos días asomaba la historia feliz de una familia entera que arribó a costas norteamericanas en dos balsas que viajaron juntas, y ahora nos sorprende esta historia del migrante que dice "aquí me quedo", aunque presuntamente su destino final sea la repatriación a Cuba.
(Imagen tomada de gov.ky)
Archivado en: