Los cubanos Kendry Morales y Yoenis Céspedes se pusieron de acuerdo este jueves para asombrar con su poder y disparar jonrones a 456 y 441 pies, respectivamente.
Yoenis no solo dio un batazo grande, sino el más grande que se ha dado en el City Field, el estadio de los Mets de Nueva York, en una temporada regular.
La descomunal conexión, que obligó a los camarógrafos a levantar sus cámaras a una altura inusitada, sobrepasó la tercera sección de gradas del estadio. Salida a 110 millas por horas, la bola fue obligada a viajar a una distancia de 441 pies.
Fue el cuadrangular 19 que pega Céspedes en la temporada, y se lo conectó a John Lackey, de los Chicago Cubs, en el sexto episodio, para cerrar el choque a 3-1. Un inning después los Mets borrarían esa desventaja con racimo de tres para ganar el choque 4-3.
Pero si largo fue el jonrón de Yoenis, más largo fue el de Kendry.
Menos monstruoso por sus dimensiones, el toletazo de Kendry, bateando a la derecha, fue una hermosa línea que salió de su bate a 115,6 millas por hora, o para decir la verdad, no se vio salir, tan rápida como iba, y alcanzó 456 pies de distancia.
Ubicado en el tercer turno y como jardinero derecho, Kendry bateó de 4-3 y fue clave en la victoria de Kansas City Royals, 4 a 2 sobre Cardenales de San Luis.
Su jonrón, el onceno que dispara este año, fue la cuarta carrera de Kansas, pero dos innings antes el cubano había puesto delante a su equipo con doble impulsor, conectado a la zurda.
Kendry siguió mejorando su promedio ofensivo, que ya anda por 262, y bateó por sexto día consecutivo 2 o más hits, una racha que lo ha vuelto un verdadero peligro, con 16 indiscutibles en sus últimos 24 turnos.
(Imagen tomada de images.performgroup.com)
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