El arte cubano lleva una buena racha en el mercado internacional. Entre los artistas que han conseguido posicionarse en la cima, sorpresivamente, están dos mujeres de edades avanzadas y que se mantienen activas en la creación.
Carmen Herrera, una cubana en Nueva York
La pintora cubana Carmen Herrera nació en La Habana el 31 de mayo de 1915. Estudió arquitectura durante un período y estos estudios tienen una importancia medular en su obra. Se casó y posteriormente se estableció en los Estados Unidos.
Durante más de 6 décadas se dedicó a la pintura sin recibir a cambio más que la sonrisa y admiración de su círculo de amistades cercano. Pero en 2004, a sus 89 años, vendió su primer cuadro y la crítica comenzó a valorar su talento.
Zilia Sánchez, una cubana en Puerto Rico
La Habana también es la ciudad natal de Zilia Sánchez. Esta artista nació el 12 de julio de 1928. Es graduada de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro. Se dedicó, durante 7 décadas, de manera generosa al arte.
Además de una carrera como docente, Zilia tiene una obra diversa. Se pueden encontrar piezas de su autoría tanto de escultura, dibujo, pintura, como trabajos propios del diseño escenográfico.
El arte es aliento de vida y energía para estas mujeres
Las obras de ambas artistas han logrado trascender todos los estereotipos y limitaciones impuestas por los críticos. Hoy se encuentran desperdigadas por el mundo, formando parte en colecciones privadas y públicas en importantes museos.
En común tienen la pasión por las líneas limpias y perfectas, la devoción al color plano, el respeto a la geometría y su uso magistral para transmitir sensaciones a los espectadores. Tienen, además, el respeto al arte, la constancia en el trabajo y la confianza en sí mismas.
Pero si no bastara todo esto para poner sus historias juntas en un artículo, debe valorar el lector la importancia del Tiempo. No porque sean longevas, sino porque saben desafiarlo y triunfar.
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