Una de las postales más emblemáticas de la capital cubana es la que muestra su extenso y concurrido malecón, un paseo marítimo que forma parte indisoluble de la vida del habanero.
Esta autopista de seis carriles que bordea el litoral capitalino, y por donde discurren cientos de autos clásicos de los años 50, le regala al visitante algunos de los elementos arquitectónicos de mayor atractivo que reserva la agitada Habana. Te invitamos a descubrir algunos de esos encantos que puedes encontrar a tu paso por el Malecón.
1. Parque Maceo
Con sus 400 metros de largo y 60 de ancho, no se trata de uno de los parque más vistosos de la capital cubana, sin embargo, entraña un alto simbolismo los nacidos en esta tierra. Desde su inauguración el 20 de mayo de 1916, ha servido para venerar al “Titán de Bronce”, la segunda figura cubana de mayor renombre durante las guerras independentistas libradas contra España.
Constituye el segundo monumento más importante de los que le han sido dedicados a Antonio Maceo, luego de la Plaza de la Revolución que lleva su nombre en Santiago de Cuba.
2. Castillo de la Real Fuerza
En el perímetro marítimo de la Plaza de Armas se ubica la fortaleza más antigua de toda la Habana y también de Cuba. Cuando en 1555 el pirata francés Jacques de Sores atacó y saqueó La Habana, se tomó la decisión por parte de la corona de construir un castillo de alta torre, e imbatible muralla.
Fue así como 1588, tras más de dos décadas de duros trabajos el Castillo de la Real Fuerza se alzó con sus 195 metros de altura, dotando a la ciudad de una fortaleza inexpugnable.
3. Torreón de San Lázaro
Y si de fortalezas hablamos, otra de esas admirables construcciones defensivas que podremos encontrar a lo largo del malecón habanero es el Torreón de San Lázaro, construido en 1665 en el área que hasta ese momento ocupó un sanatorio.
A diferencia de otras edificaciones españolas en el nuevo mundo, esta tiene la nota distintiva de no erigirse sobre ninguna elevación sino en una explanada cercana al mar. En sus paredes quedan huellas de la trágica toma de esa fortaleza a manos de las tropas inglesas en 1762.
4. Hotel Nacional de Cuba
Esta maravilla arquitectónica y símbolo de la hotelería cubana constituye uno de los edificios más icónicos de la capital cubana. Los cañones que hoy exhibe en su jardín fueron declarados Patrimonio de la Humanidad, y el Hotel en sí mismo es Monumento Nacional.
Este inmueble tiene una ubicación exquisita dentro del Vedado, barriada más moderna de La Habana y erigiéndose sobre una colina situada a pocos metros del mar, justo frente al malecón. El Hotel, frecuentado por celebridades de ayer y de hoy, ofrece exquisitas vistas del litoral habanero desde donde se distingue a lo lejos el Morro, y todo el arco de la bahía habanera.
En sus recodos han dejado huellas artistas como Frank Sinatra, Marlon Brandon, Ava Gardner, Robert Redford, Steven Spielberg, Francis Ford Coppola o Roman Polanski.
5. Monumento a las Víctimas del Acorazado Maine
A los pies del Malecón se encuentra uno de los monumentos más gráficos de las últimas décadas de la historia cubana. El monumento a las víctimas del Maine fue erigido en el año 1926 para recordar a aquellos marineros caídos durante la explosión del acorazado estadounidense Maine, en 1898, hecho que propició la entrada de los Estados Unidos en la Guerra de Cuba contra España, y que por lo tanto es considerado por muchos historiadores como un auto-atentado.
Desde 1959, luego de la ruptura entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, se asumió como conclusiva esa hipótesis y el 18 de enero de 1961, se derribó el águila que coronaba el monumento, así como las estatuas de los políticos norteamericanos.
El pedestal quedó despojado de sus elementos anteriores y se le añadió una tarja con la siguiente leyenda: “A las víctimas de El Maine que fueron sacrificadas por la voracidad imperialista en su afán de apoderarse de la isla de Cuba.
6. Hotel Riviera
Este Hotel fue en su momento el más lujoso de todo el país, y aún hoy resulta uno de los elegidos por los turistas extranjeros, por su privilegiada posición y por conservar intacto su glamour, con el estilo propio de los años 50. Frente al Malecón habanero, con 20 pisos y más de 350 habitaciones 352 habitaciones, la vista que nos ofrece es una invitación constante a desandar El Malecón o a adentrarnos al Vedado.
7. La tribuna antiimperialista
La Tribuna Antimperialista José Martí es otro de los lugares que llaman poderosamente la atención de los visitantes que llegan a la Habana. Esta explanada se inauguró en el año 2000, justo en el espacio que precede a la Embajada de los Estados Unidos en Cuba, y donde una vez existió el parque “4 de julio”.
Su objetivo político es claro, sin embargo los cubanos lo asumieron como un merecido homenaje al Apóstol José Martí. Esta moderna obra tiene capacidad para unas cien mil personas, de modo que ha servido para la celebración de inolvidables sconciertos en las últimas décadas.
En su centro se aprecia la bella escultura “Martí Antiimperialista” flanqueado por unas diez torres que recuerdan a la palma real, árbol nacional cubano. No obstante, el Malecón en sí mismo, con sus gentes, el continuo batir del mar y ese sol que siempre acaricia La Habana, invita a todo visitante y es reto perenne a la belleza.
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