Las lomas de La Habana que ya nadie recuerda por sus nombres

Pues sí. La Habana tiene sus lomas y no dos o tres. Son más de diez y están dispersas por toda la ciudad. Solo que una buena parte las subes tan concentrado en tu cotidianidad y el ajetreo citadino que no notas que están allí, aun cuando leíste sobre ellas y conoces sus nombres.

Lo curioso es que algunas son conocidas como tal y otras están cubiertas de edificaciones tan emblemáticas que le han impuesto sus nombres y ya casi nadie recuerda la historia detrás de esa pendiente cubierta de asfalto.

Obviamente las lomas habaneras no pueden comparase con las elevaciones de las regiones montañosas más notables del país, pero tienen su encanto cultural y una gran riqueza histórica, que las hace muy singulares. Por eso hoy te las traemos todas con sus nombres originales. Así La Habana se siente más tuya y tú le perteneces más también.

Nuestra lista incluye solo diez y vamos a empezar por las que sí son conocidas como “lomas de” y luego seguimos con las demás que ya no se recuerdan tanto así. Te sorprenderás.

1. La loma del Burro

Tiene 55,6 metros de altura. Te será fácil verla en los límites de Luyanó y Lawton, no muy lejos de la Iglesia de Jesús del Monte. Sobre su cima, un punto aún verde de la región, se ven algunos pinos y árboles.

Está ubicada al sur de la Bahía de La Habana, justo después del túnel.

2. La loma de Luz, de Joaquín o de Chaple

Está entre las de mayor elevación del barrio de Santos Suárez y es una de las más significativas de la ciudad, con 66,7 metros de altura. Constituye un mirador natural desde el cual puede disfrutarse de un hermoso panorama de la capital.

Sus primeros dos nombres los tomaron de Joaquín de la Luz y el último a Don Eduardo Chaple, que fue su urbanizador. Además de la vista espectacular que ofrece de la ciudad, esta elevación propiamente es un punto admirable por las magníficas mansiones que fueron levantadas sobre ella y que son visibles desde muchas partes de la urbe.

Algunas de estas mansiones son verdaderas joyas arquitectónicas de principios del siglo XX, pero tristemente algunas se hallan en tal estado de deterioro que son muy difíciles de rescatar.

3. Loma de Jesús del Monte

Donde se alza la iglesia homónima, la más antigua de extramuros, en la localidad de Diez de Octubre.

Elevación estratégica durante la toma de La Habana por los ingleses. En ella tuvo lugar la histórica sublevación de los Vegueros y durante los primeros años de expansión se instalaron familias adineradas.

4. La loma del Mazo

Se encuentra en la Víbora y tiene nada menos que 76,5m. Su papel en la toma de La Habana por los ingleses fue también primordial.

5. La loma de Soto, de Manuel González y de Atarés

En ella por su ubicación y altitud, se levantó el Casillo de Atarés, edificación de gran valor histórico que sigue en pie. Ya no es usual escuchar que algo queda cerca de la loma de Atarés, sino del castillo de igual nombre.

6. Loma de Ánimas

Aquí fue construido el antiguo leprosorio de San Lázaro. Se le denominó antiguamente loma del Cristo de Ánimas. Se ubica en la Calzada de la Infanta y por supuesto, nadie le dice así.

7. Loma de los Reguladores, de los Jesuitas y de Monserrate

Pues resulta que aquí se encuentra hoy nada menos que La Plaza de la Revolución (antigua Plaza Cívica). Y ¿Quién recuerda que ese lugar era la antigua loma de Monserrate? y que aquí fue construida la ermita de la virgen de Monserrate, nombrada por el pueblo como la ermita de los Catalanes.

8. Loma de Pedroso o Aróstegui

Como recordar este nombre cuando justo en ella se erige la emblemática la Universidad de La Habana. Y no es la colina de Aróstegui, sino la colina Universitaria. Un centro generador de lo mejor del pensamiento cubano, de profesionales reconocidos y apreciados en todo el mundo, de una elevada cultura y un espíritu de rebeldía y figuras que ha sido orgullo de la nación.

También aquí se ubica el castillo del Príncipe. Una fortaleza militar que sirvió de prisión durante la época colonial y durante la dictadura de Fulgencio Batista se recluía aquí a los jóvenes revolucionarios. La fortaleza fue denominada así en honor del príncipe heredero del ilustre rey español Carlos III.

9. La loma del Paredón

Ubicada en la Calzada del Diez de octubre y Mangos. Se puede apreciar una vista impresionante de la ciudad desde allí.

10. La amorosa loma del Ángel, del Cayo, Peña Pobre o Cayaguanayo

En ella se erige la hermosa iglesia homónima. Escenario donde se desarrolla la historia de Cecilia Valdés, la novela del escritor Cirilo Villaverde.