Aunque hay una leyenda que así lo dice y aunque el frío de las últimas semanas podría hacer pensar que la nieve está cerca de caer en Cuba, la posibilidad de que suceda es nula.
Y es que, aunque el tiempo en nuestra Isla es un eterno verano, según aseguran algunos mayores, el 28 de diciembre de 1932, la capital cubana conoció la nieve. Así lo indicaba la noticia publicada ese día por la revista Carteles, que mostraba dos increíbles imágenes de la ciudad bañada de blanco y un gran titular, con letras salpicadas de nieve: “Hoy ha nevado en La Habana”.
Las imágenes mostraban el Parque Central, con los árboles y las palmas colmadas de copos de nieve nieve, y otra instantánea del Capitolio Nacional, con su cúpula también coronada por una gélida placa.
El reporte aseguraba: "Por primera vez en Cuba, se ha producido en la mañana de hoy una ligera nevada, que afectó el centro de La Habana, algunos puntos de la periferia y el litoral en una extensión aproximada de cinco millas".
La nevada comenzó a las 6:17 minutos y terminó a las 7:11. El fenómeno puede atribuirse a la penetración de una corriente fría, a baja altura, en la atmósfera tropical, saturada de humedad».
Irrebatible noticia, podría creerse, si no fuera porque al ser 28 de diciembre, era el Día de los Santos Inocentes, fecha en que se gastaban las más variadas bromas, para después carcajearse con la inocentada del crédulo en cuestión.
Parece ser que se trató de una broma mayor, pues según una acuciosa revisión de los partes meteorológicos ofrecidos por el Diario de la Marina, durante los días 27, 28 y 29 de diciembre de 1932, no existe ningun fenómeno climático de tal envergadura.
Con el paso de los años el propio doctor José Rubiera, quien fuera durante varias décadas director del Instituto de Meteorología, negó rotundamente esa posibilidad. Según explicó, la nieve es una precipitación que se forma en copos que requieren temperaturas de cero o menos grados en su trayecto desde la nube hasta la tierra.
Esas condiciones no se dan en el caso de Cuba, pues al ser un archipiélago nos encontramos rodeados por el Golfo de México, con aguas de altas las temperaturas.
No sería extraño, pues, que incluso la revista Carteles, publicación de corte variado, se prestara para tal «inocentada» que a día de hoy todavía genera controversias y falsas ilusiones en quienes anhelan ver un día nieve en el quicio de una ventana.
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