El cubano Oney Tapia, uno de los participantes de la edición 2017 del popular programa de RAI 1 “Ballando con le Stelle”, versión italiana del formato televisivo “Dancing with the Stars”, se ha ganado en solo dos noches de competencias el cariño y la admiración de la tele audiencia italiana, emocionando hasta las lágrimas al público presente y hasta al mismísimo jurado.
Y es que este participante no es como todos los demás. Oney, de 41 años de edad, es un bailarín ciego, perdió la vista en el año 2011 a causa de un accidente de jardinería, trabajo que hacía para ganarse la vida mientras se encontraba en Italia como jugador profesional de baseball y rugby.
Pero Oney nació para ser campeón y con extraordinaria voluntad y determinación decidió no rendirse a su condición de invidente y comenzó entonces a entrenarse en el lanzamiento del disco y de la bala hasta ganar la medalla de plata en los Paraolímpicos de Río 2016.
Ahora Oney se enfrenta a un nuevo reto, esta vez delante de las cámaras de la RAI y de millones de espectadores en Italia y el mundo entero: bailar acompañado por una bailarina profesional, Veera Kinnunen, que lo guiará a traves de varios ritmos, algunos seguramente nuevos para el atleta, en una competencia de grandes estrellas que ya se está revelando bien reñida.
Pero ya desde el inicio del programa este cubano parece haber ganado, su alegría y su sensibilidad han atravesado la “pequeña pantalla” cautivando a todos y qué decir de la clamorosa ovación del público presente en el Auditorium de la RAI que unánime se puso de pié para premiar la actuación de la pareja.
Y es que Oney Tapia se ha convertido en una inspiración para los espectadores, hasta para Veera, su maestra, que incluso se ha inventado nuevas “técnicas” para enseñarle eso que no ven los ojos pero que evidentemente siente el cuerpo, el alma y que llega aún más allá.
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