Un pasajero intentó desviar este domingo a Estados Unidos el vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta Bajío-Tijuana. El suceso, que generó alarma entre los viajeros, tuvo un desenlace controlado gracias a la colaboración de pasajeros y tripulación.
La situación obligó a un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
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El protagonista del incidente -de origen mexicano e identificado como Mario “N”, de 31 años- irrumpió en la cabina de la aeronave amenazando a la tripulación.
Durante el forcejeo, algunos pasajeros intervinieron para someter al agresor, evitando que lograra su objetivo. Uno de ellos, identificado como Jesús, fue clave al calmar a Mario “N” y convencerlo de entregarse.
Volaris destacó en un comunicado que la tripulación actuó de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos.
La aerolínea informó que el hombre alegó haber recibido amenazas de secuestro contra un familiar cercano si continuaba hacia Tijuana.
Mario “N” viajaba acompañado por su esposa y sus dos hijos menores de edad, quienes dejaron la aeronave junto a él tras su detención.
La detención
Al aterrizar en Guadalajara, elementos de la Guardia Nacional abordaron la aeronave y detuvieron a Mario “N”.
El hombre fue trasladado a un hospital militar debido a lesiones leves que sufrió durante el forcejeo y posteriormente quedó bajo custodia de la Fiscalía General de la República.
Ahora enfrenta cargos que podrían acarrear penas de hasta 70 años de prisión.
La aerolínea lamentó profundamente los inconvenientes causados a sus pasajeros y reiteró su compromiso con la seguridad.
“La seguridad de nuestros pasajeros y tripulaciones es la máxima prioridad”, expresó Volaris, que agradeció la valentía de los pasajeros que ayudaron a contener la situación.
Tras el incidente, el vuelo pudo retomar su ruta hacia Tijuana, donde aterrizó sin más contratiempos.
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