Rosita, una joven de tan solo 19 años ha compartido su testimonio como inmigrante y su vida trabajando en la construcción en Estados Unidos, un sector en el que el 99% de sus compañeros son hombres. Con una historia marcada por el sacrificio y la resiliencia, la historia de esta inmigrante nicaragüense ha emocionado a miles de personas.
“Empaqué una mochilita con lo más básico, a mis 16 años tuve que dejar a mi madrecita sola, a mis perritos y a todo lo que conocía. Mi mente no estaba preparada para todo este cambio tan drástico, para aventurarme en este mundo sin miedo a empezar de cero y con la realidad bien alterada”, relató la joven en un reciente vídeo al recordar el momento en el que dejó su hogar para perseguir un futuro mejor.
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Desde entonces, el camino no ha sido fácil: ha enfrentado desafíos tanto emocionales como físicos: “El tiempo y las circunstancias me han tumbado. Sin embargo, me he levantado, volviéndome fuerte y poderosa todos los días”. Con firmeza, asegura que no se arrepiente de las decisiones que ha tomado: “Sé que todo este esfuerzo es aprendizaje que será mi mejor herramienta para mi futuro”.
Su trabajo en la construcción implica largas jornadas, siendo la única mujer en un entorno mayoritariamente masculino. “Desarrollando un trabajo donde 99% de personas son hombres y el 1% soy yo como mujer, no me arrepiento”, comparte en su cuenta @rositaeneeuu.
En un video previo, esta joven había explicado cómo enfrenta miradas despectivas y comentarios cuestionando su lugar en un ambiente tan dominado por hombres. Sin embargo, su mensaje es claro: “Aquí estoy demostrando que también soy fuerte, que yo también puedo”.
Aunque su esfuerzo le permite ganar $900 semanales, Rosita ha sido honesta sobre el alto costo de la vida en Estados Unidos: entre renta, comida, seguros y gasolina, no queda mucho al final. “Algunos podrán pensar uy, pero $900 es bastante, está bien pagado, pero cuando haces las cuentas, te das cuenta de que no es tanto lo que haces”, explicó en uno de sus videos.
Las reacciones a sus historias no se han hecho esperar. Mientras algunos aplauden su valentía, otros han criticado sus opiniones, argumentando que tiene ingresos suficientes. A pesar de las críticas, mantiene una postura firme: “Cada quien con sus quejas, total no eres tú quien me da la plata para pagar o gastarla en lo que quiera”.
Su testimonio ha resonado especialmente entre otras mujeres que también trabajan en la construcción. Una usuaria comentó: “Soy la única mujer entre casi 100 hombres en mi compañía, y sé lo difícil que es lidiar con el machismo, pero no nos rajamos”.
La historia de esta joven latina en Estados Unidos no solo inspira por su fortaleza como mujer joven e inmigrante, sino que también invita a reflexionar sobre el costo de la vida en Estados Unidos y los sacrificios que se esconden detrás del llamado sueño americano. Mientras sigue trabajando y compartiendo su experiencia, demuestra que con esfuerzo y determinación, no hay barreras imposibles de superar.
Preguntas frecuentes sobre el trabajo de mujeres inmigrantes en la construcción en EE.UU.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta esta joven latina como mujer en la construcción en EE.UU.?
Rosita enfrenta desafíos físicos, sociales y emocionales al ser la única mujer en un entorno dominado por hombres. Además, debe lidiar con miradas despectivas y cuestionamientos sobre su capacidad para desempeñarse en su trabajo.
¿Es suficiente el salario que recibe en la construcción en comparación con el costo de vida en EE.UU.?
Aunque Rosita gana $900 semanales, ella asegura que al final no le queda mucho debido a los altos costos de renta, comida, gasolina y seguros. Esto refleja una realidad común entre inmigrantes que buscan el sueño americano.
¿Cómo ha sido la reacción del público al video de Rosita en TikTok?
El video de Rosita generó una variedad de reacciones, desde mensajes de apoyo hasta críticas. Muchos la admiraron por su valentía, mientras otros cuestionaron si su salario realmente es bajo. Sin embargo, la mayoría coincidió en que el costo de vida en EE.UU. es alto y que se gasta en la misma moneda que se gana.
¿Qué impacto tiene la historia de esta latina en otras mujeres que trabajan en la construcción?
La historia de Rosita ha resonado con muchas mujeres en la misma industria, quienes también han compartido sus experiencias de ser las únicas mujeres en sus grupos de trabajo y enfrentar el machismo. Esto ha abierto un diálogo sobre la participación femenina en sectores tradicionalmente masculinos.
¿Qué mensaje transmite esta inmigrante latina a otras personas que buscan el sueño americano?
Rosita demuestra que con esfuerzo y resiliencia, incluso en los entornos más duros, todo es posible. Su historia refleja la valentía necesaria para superar los desafíos como inmigrante y mujer joven en un país extranjero.
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