El régimen cubano nombró a nuevos jueces que trabajarán en los órganos de justicia de la Habana. En la ceremonia, los magistrados se comprometieron a "perpetuar" el socialismo en Cuba.
Así lo subrayó un reporte del Noticiero de la Televisión Cubana (NTV), destacando que los 21 jueces que tomaron posesión de sus cargos “se comprometieron a perpetuar los principios de nuestra Constitución”.
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La ceremonia estuvo dedicada al dictador Fidel Castro, y a su legado y ejemplo. Según el reporte del medio oficialista, “los profesionales de los órganos de justicia de la Habana juraron valores a los que están convocados en cada situación judicial y firmaron el código de ética judicial, con la convicción de servir al pueblo, proteger la justicia y hacer valer la transparencia, y una sociedad más inclusiva segura y justa”.
El acto, presidido por el presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, Rubén Remigio Ferro, se celebró en el Memorial Granma, ubicado en el Museo de la Revolución.
Aunque abogaron por la transparencia, las autoridades judiciales del régimen cubano no revelaron la cantidad de vacantes que tiene la administración de justicia y la necesidad de incorporar a nuevos juristas como fiscales y jueces ante la disminución de plantilla que sufren los órganos de justicia.
Esta situación está marcada por la renuncia de profesionales que emprenden nuevos proyectos de vida, que en muchas ocasiones los llevan a emigrar de la Isla, mientras que otros abandonan sus puestos por una especie de “objeción de conciencia” que no hacen explícita por miedo a represalias.
Algunos de ellos han llegado a reconocer que han llegado a sentirse amenazados por denuncias en redes sociales. “Por cada colega amenazado, lo multiplicaremos por decenas de miles a todo lo largo y ancho, dispuestos a cambiar la toga y el estrado si fuera necesario por el fusil y la trinchera”, señaló una declaración de la Unión de Juristas de Cuba en marzo de 2022.
“En estos días hemos estado observando cómo se articulan algoritmos y matrices de opinión subversivas que intentan desacreditar la actuación de fiscales y jueces, mayoritariamente jóvenes, que enfrentan con profesionalidad el más estricto principio procesal de la tutela judicial efectiva y del debido proceso tras los hechos vandálicos que tuvieron lugar el pasado 11 de julio de 2021”, dijo entonces Osmín Álvarez Bencomo, presidente de la Junta Directiva Provincial de la Unión de Juristas de Cuba (UNJC) en La Habana.
Salomé García Bacallao, artista visual, editora, activista y una de las coordinadoras de la organización no gubernamental Justicia 11J, contestó a estas declaraciones en sus redes sociales, expresando el sentir de la sociedad civil independiente.
“Estos jueces y fiscales han cometido delitos con el amparo y el apoyo de un Estado. Y los han cometido sistemáticamente, porque los nombres de los jueces que participaron en los juicios de manifestantes del 11J están en un buen número de Habeas Corpus denegados en favor de activistas detenidos arbitrariamente y desaparecidos forzosamente, y en un buen número de sentencias a otros presos políticos", aseguró.
Transcurridos dos años de esas declaraciones, en marzo de 2024, Remigio Ferro asistió a la reunión anual de jueces y trabajadores de los tribunales de Artemisa, donde resaltó las palabras escuchadas en el cónclave, referidas todas al compromiso de los juristas con la defensa de un orden jurídico-político que mantiene a más de mil presos políticos en las cárceles del país.
“Entusiasmados y dispuestos, así se manifestaron jueces y trabajadores de los tribunales de Artemisa en su reunión anual. ‘Unidad’, ‘vocación’, ‘sigo y seguiré aquí porque quiero y me gusta’, fueron las expresiones más escuchadas. ¡Qué bien!”, manifestó Remigio Ferro en sus redes sociales.
Perpetuar el "orden económico y social" del socialismo en Cuba: Un compromiso espurio
Si bien es lógico que los administradores de justicia de un Estado se comprometan a acatar la Carta Magna del mismo, el régimen cubano deja clara su naturaleza totalitaria, excluyente y represora al obligar a sus funcionarios de justicia a comprometerse “a perpetuar los principios de la Constitución”.
Los primeros 15 artículos que componen el Capítulo I de la Constitución aprobada por el régimen en 2019 desgranan cuáles son sus “Principios Fundamentales”. En el primero de todos se sostiene que “Cuba es un Estado socialista”.
En el cuarto se avisa que “la defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano”.
“La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones. El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable. Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución”, añade el mencionado artículo.
Está claro que el articulado que sustenta los principios fundamentales de la Constitución del régimen cubano está diseñado para “perpetuar” el statu quo y el ilegítimo orden vigente bajo el régimen dictatorial y totalitario cubano, un objetivo para el cual también se establece el quinto artículo:
“El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. Organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista. Trabaja por preservar y fortalecer la unidad patriótica de los cubanos y por desarrollar valores éticos, morales y cívicos”.
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